Job 1: 13—22

Hay un plan que nosotros exploramos, el cual no entendemos, pero es el mejor. Aunque es posible que no todas sus partes puedan parecer justas o agradables, cada una de ellas obra para nuestro bien. La enfermedad de qué Job soporto no era nada buena. ¡Por supuesto que no! Pero todo obra para bien. Es que nuestra perspectiva es terriblemente limitada. Vemos solamente una parte del tiempo, pero la visión de Dios es panorámica. La gran perspectiva de Dios, Su plan cósmico, está en actividad ahora mismo, y Él no siente la necesidad (ni tampoco está obligado) a explicarnos nada. Si lo hiciera, nuestra respuesta sería la misma que la del confundido adolescente después de escuchar a su profesor de cálculo avanzado: «¿Qué?» Usted no lo entendería, ni yo tampoco. Solo recuerde que el Padre celestial sabe lo que es mejor para sus hijos. Descanse en ese conocimiento.

Experimentamos consecuencias que no podemos prever, pero son necesarias. No sé cuáles son sus circunstancias hoy, pero estaría dispuesto a apostar que la mayoría de quienes leen este libro están viendo alguna situación que no es justa. Es muy posible que usted simplemente no merezca lo que está sucediendo, y es posible que las consecuencias están comenzando a desesperarle. Usted no esperaba nada de esto. No pensaba que le sucedería esto, pero sucedió. Créame lo que le digo. Lo que le ha sucedido es una parte necesaria de su desarrollo espiritual. Sí necesaria. Finalmente, he comenzado a aceptar esta realidad después de todos estos años de mi vida.

Quiero dirigirme a los que han comenzado a transitar el territorio de Job. Al menos, lo que a él le sucedió le ha preparado para que preste mucha atención al mensaje de Job. Usted apenas ha visto un destello de cómo comenzaron las cosas. La historia no termina cuando Satanás se marcha de la presencia del señor. La historia de Job contiene mucho más, y cuanto más se desarrolla más entenderá usted que la vida no solo es dura, sino también injusta.

El silencio de la voz de Dios le hará preguntarse si Él está presente. Y la ausencia de Su presencia le hará preguntarse si le importa. Pero Él sí está presente y sí le importa.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.