1 Reyes 19: 1—9

Elías fue un profeta heroico, sin duda. También fue un hombre de gran humildad, como hemos visto. Pero recordemos también que fue simplemente un hombre, un ser humano, sujeto a la condición humana, como todos nosotros. Supo lo que era el desánimo, el abatimiento y la depresión, y en una ocasión no pudo librarse de ella.

No es de sorprenderse que en este momento de la vida de Elías, el gran profeta haya tocado fondo. Por varios años se había mantenido firme en medio de circunstancias y dificultades casi insuperables. Pero ahora, después de una gran victoria, cae en la agonía del desánimo y la postración total.

Recuerde que Elías es un hombre, un ser humano, lo mismo que nosotros. Puesto que es así, no debe alarmarnos que se asustara y huyera para salvar su vida yendo a Beerseba, que pertenece a Judá y que dejara a su criado allí.

Pero Elías caminó durante todo un día por el desierto, hasta que se sentó debajo de una mata de retama; allí pidió morir, y dijo: «¡Basta ya, oh, Señor! ¡Quítame la vida, porque yo no soy mejor que mis padres!» (1 Reyes 19: 3—4)

Me alegra que este capítulo haya sido incluido en la Biblia. Me alegra que cuando Dios pinta los retratos de sus hombres y mujeres, los pinta con todos sus defectos. No se desentiende de sus debilidades ni oculta sus fracasos.

Elías tuvo que volver a poner sus ojos en el Señor. Eso era absolutamente necesario. Había sido usado poderosamente, pero era el Señor quien lo había hecho poderoso. Se mantuvo firme contra el enemigo, pero fue el Señor quien le dio las fuerzas para hacerlo.

Muchas veces nos agarramos más de los regalos que Dios nos da, que del Dador mismo. Cuando el Señor nos da descanso y nos renueva, nos sentimos más agradecidos por el descanso y por la renovación que por el Dios que nos da ese descanso. Cuando Dios nos da un buen amigo, nos absorbe esa amistad y nos ocupamos tanto del amigo que nos olvidamos que fue nuestro buen Dios quien nos Dios el amigo. ¡Qué fácil es concentrarse en las cosas equivocadas!

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.