Salmos 101

Una vez escuché al presidente del Seminario expresar su preocupación sobre la escuela cuando dijo: «Espero que no estemos graduando alumnos con una gran cantidad de creencias, pero sin suficiente convicción». La convicción es lo que hace que la creencia tenga respaldo. David no se sentía satisfecho con un conjunto de verdades teológicas girando en su cabeza; David las había convertido en convicciones concretas. Es como si los primeros cuatro versículos del salmo representaran a David diciendo: «Estoy comprometido al propósito de Dios, cualquiera que sea éste».

En estos cuatro versículos, él hace una lista de cuatro grandes cualidades que el creyente debe tener para poder descubrir una dirección clara. Esas cualidades acaban con una mentalidad ociosa.

Honor

De la misericordia y el derecho cantaré; a ti cantaré salmos, oh Señor (v. 1)

¿De qué canta David? De la misericordia y la justicia. Estas dos cualidades no solo definen a Dios, sino que representan los valores que Dios quiere que el mundo utilice como guía. Muchos años después, el profeta Miqueas escribiría:

«¡Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de ti el Señor? Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Dios» (Miqueas 6:8).

La primera virtud, misericordia, es «chesed» y ya hemos hablado de esa palabra antes. Combina la idea de una bondad extraordinaria y desinteresada junto con el amor, la amistad, y la lealtad. El concepto del Nuevo Testamento acerca de la gracia capta lo que «chesed» es. La otra palabra, «derecho», es la palabra «mishpat» y se refiere a una administración ordenada y equitativa del gobierno; describe la cualidad del gobierno civil que permite que todos vivan de manera pacífica y productiva.

David toma la resolución de hacer que estas dos cualidades divinas se conviertan en la canción de su vida. Él se compromete a vivir bajo esos aspectos y que ellos le conduzcan en cada decisión y cada relación que él tenga.

Integridad

Daré atención al camino de la integridad. ¿Cuándo vendrás a mí? En integridad de corazón andaré en medio de mi casa (v. 2).

La primera parte de este versículo tiene que ver con su integridad pública. El término original hebreo da la idea de algo completo, algo entero. Transmite la idea de ser totalmente honesto. El rey de Israel sabía que su vida ante la gente tenía que ser sólida y honesta para que su reino se mantuviera firme.

La segunda parte de este versículo tiene que ver con su integridad privada. Note que David utiliza la palabra, «corazón» y la palabra, «casa». La integridad tiene que ver con la autenticidad, una virtud que no cambia dependiendo de la audiencia del lugar donde esté.

Afirmando el alma: Piense en alguna una persona de la historia que usted admira debido a sus logros. Busque su biografía y luego léala enfocándose principalmente en lo que influyó a esa persona y cómo esa persona enfocó su energía y su dirección. Observe también esos aspectos de honor e integridad en esa persona.

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.