Proverbios 1:1-9

Aun cuando la mayor parte del libro de Proverbios surgió directamente de la pluma de Salomón, la obra final combina la sabiduría de varios escritores, que fue compilada finalmente por un editor y expuesta en la forma en que la tenemos en la actualidad.

Claro está que esta es la obra del Espíritu Santo. Al igual que los otros libros de la Biblia, Proverbios combina los escritos de muchos autores humanos dirigidos e inspirados por Dios. La providencia divina unió todo este material escrito por medio de los esfuerzos de un compilador que fue inspirado. Este libro de sabiduría divina no surgió de un individuo; es la mente de Dios expresada en forma escrita.

Después de un breve prefacio (1:1-7), los Proverbios pueden dividirse en siete secciones o colecciones:

Las palabras de Salomón y el valor de la sabiduría (1:8–9:18).
Los Proverbios de Salomón (10:1–22:16).
Los Proverbios de los sabios (22:17–24:34).
Los Proverbios de Salomón recolectados por los hombres de Ezequías (25:1–29:27).
La sabiduría de Agur (30:1-33).
La sabiduría de Lemuel (31:1-31).

A diferencia de los otros libros de la Biblia, el libro de Proverbios no contiene una información directa acerca de las personas para quienes fue escrito. No menciona la nación hebrea, su cultura, sus costumbres, sus leyes ni su historia. Los libros de la Ley, los históricos y los de los profetas del Antiguo Testamento tienen un mensaje vigente hoy, pero fueron escritos para lectores que vivieron hace mucho tiempo y lejos de nosotros. El libro de los Proverbios, sin embargo, es universal y eterno. La sabiduría de Salomón, así como la de los otros sabios que escribieron el libro, no necesita traducción a nuevos contextos; sus principios se aplican a todas las personas en cualquier lugar y en cualquier momento. No obstante, es imperativo que intercambiemos de manera consciente nuestro filtro occidental del siglo veintiuno por una cosmovisión del Dios hebreo.

Los pensadores occidentales, por ejemplo, hacen una distinción entre la sabiduría teórica y la práctica, pero para el pensador hebreo esto no es así. En otras palabras, la filosofía occidental o griega enseña que una persona puede llenarse de sabiduría y, aun así, comportarse insensatamente. Por consecuencia, los pensadores occidentales dicen que nuestro desafío es poner en práctica lo que creemos que es cierto. Los filósofos occidentales nos invitan a vivir nuestro potencial poniendo en práctica lo que sabemos que es verdad.

Los pensadores hebreos consideran que esto no tiene sentido. Que una persona conozca la verdad y se comporte opuestamente a esa verdad para ellos es sinónimo de estupidez. Por ejemplo, si una persona acepta la ley de la gravedad como un hecho y sabe cómo opera, no se pone a bailar en el filo de un rascacielos. Una persona sabia se aleja de los lugares peligrosos y, como resultado, vive más tiempo. En la mentalidad hebrea, «conocer sabiduría e instrucción» significa obligatoriamente ponerla en práctica. La sabiduría es el resultado de un conocimiento que produce obediencia.

Al ir leyendo la sabiduría de estos pensadores hebreos, haremos bien en confrontar muchas de las nociones que tomamos por concedidas. En vez de subyugar el libro de los Proverbios a nuestras opiniones preexistentes de lo que es bueno o malo, correcto o incorrecto, debemos darle a este libro el beneficio de la autoridad divina.

En otras palabras, si leemos sus palabras con un corazón abierto, lo más probable es que durante la mayor parte de la lectura estaremos de acuerdo con el mensaje del libro y ocasionalmente nos sentiremos contrariados. Cuando las palabras de esta sabiduría divina le sacudan internamente, le invito a que haga una pausa. No la deseche rápidamente. Esta es su oportunidad de permitir que el Espíritu Santo rectifique algunos conceptos errados y le guíe en el curso correcto. Si permite que la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios tengan entrada completa a su mente, a su vida dentro del hogar, en su vida laboral, en sus amistades y con el resto del mundo, estos espacios serán transformados. Después de todo, el mensaje medular del libro de Proverbios es este: «Siga el consejo de Dios y tendrá éxito en cada esfera de su vida». «Ignore la sabiduría divina y fracasará».

Reflexión: Nuestra mentalidad occidental tiende a equiparar el conocimiento con la sabiduría. De acuerdo con la Biblia, las personas solo pueden ser consideradas «sabias» cuando se comportan sabiamente. ¿Su comportamiento refleja esa clase de sabiduría? Pídale a un amigo de confianza o mentor que responda a esa pregunta por usted.

Una persona sabia se aleja de los lugares peligrosos y como resultado, vive más tiempo.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.