«Mi amor, ¿a dónde están las llaves del coche?» «Mamá, no quiero comer eso. ¿Podemos ordenar pizza para cena?» «La fecha límite es hoy. ¿Ya está todo en orden?»

Como mujeres, constantemente balanceamos las necesidades de todos los que nos rodean. Enfrentamos enormes expectativas y responsabilidades en el momento en que nos levantamos de la cama cada mañana. Y en medio de todas las demandas abrumadoras de nuestro tiempo y energía, a menudo perdemos de vista quiénes somos, las mujeres que Dios quiso que fuéramos. Aprendamos a encontrar ese equilibrio que Dios tiene para cada mujer al estudiar la mujer virtuosa de Proverbios 31, Abigaíl y Eunice en estos mensajes dedicados a cada madre biológica, adoptiva o espiritual.

Encuentre un equilibrio saludable entre las responsabilidades terrenales y las promesas celestiales. La Palabra de Dios ofrece sabiduría para todas nosotras mientras buscamos convertirnos en verdaderas mujeres de fe.