Hebreos 11:8-10

Hace más de cincuenta años mis padres no estaban convencidos de que Cynthia fuera la mejor compañera para mí. Ellos eran sinceros, pero en ese asunto, se equivocaban. Si yo les hubiera escuchado, no me hubiera casado con la mujer con que debía casarme.

Hace poco celebramos nuestras bodas de oro.

Ahora bien, si los padres son creyentes y están caminando con el Señor Jesucristo, por lo general son buenos consejeros en la mayoría de cosas. Pero ellos no pueden caminar sobre agua. A veces los padres pueden ser de vista corta y egoístas. Esto es también cierto de otros familiares, y a veces la familia inmediata representa la parte más difícil para obedecer la voluntad de Dios. Incluso pueden resentirse o enojarse cuando discrepan con las decisiones que usted toma. Pero cuando ocurre una crisis de creencia, la fe y la obediencia deben prevalecer. Será preciso soltar algo y correr riesgos. Primero y primordialmente debemos hacer la voluntad de Dios. ¡Eso es el curso básico en obediencia!

La fe, y no la vista, es lo que funciona aquí. Simplemente entréguele al Señor Jesús sus decisiones, apóyese en la confianza de que el Señor está realizando su plan para su vida, y Él arreglará las cosas con su familia.

¡Aquel a quien debemos ser fieles inventó la familia!

Tomado de Day by Day with Charles Swindoll (Nashville: Word Publishing, 2000), 335. Reservados mundialmente todos los derechos.