Al despertarme hoy quise decirle que usted no está sola en su peregrinaje por la vida. Tantas veces me he sentido sola. Incluso después de años de recordatorios oportunos, a menudo todavía me pregunto si hay en alguna parte alguien que entiende los retos de criar un hijo con necesidades especiales. Sé que no soy la única que lucha por sentir en el corazón lo que sé en mi cabeza que es verdad.

La aflicción, confusión, duda espiritual y sentimientos de estar sola —el sentimiento de estar completa y desesperadamente sola— cuelgan sobre muchas de nosotras cuando enfrentamos las ásperas realidades de la vida. El divorcio, traiciones, diagnósticos terminales, padres queridos a quienes el Alzheimer lentamente se está llevando, todo esto y mucho más puede envolvernos, haciendo que nos sintamos encerradas y hundiéndonos, sin que no haya nadie cerca que nos extienda una mano de ayuda.

Usted tal vez se sienta sola, pero no lo está. Usted no está sola con sus preguntas, en sus luchas, en sus circunstancias que parecen sin esperanza. Quiero que sepa que alguien está pensando en usted. Quiero que sepa que usted no está sola.

La verdad bíblica repetidas veces nos hace acuerdo de la presencia permanente, interminable y todo abarcadora de Dios.

  • Cuando se sienta sola, busque Salmos 139:5, 7–10:

    Detrás y delante me rodeaste,
    Y sobre mí pusiste tu mano . . . .
    ¿A dónde me iré de tu Espíritu?
    ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
    Si subiere a los cielos, allí estás tú;
    Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
    Si tomare las alas del alba
    Y habitare en el extremo del mar,
    Aun allí me guiará tu mano,
    Y me asirá tu diestra.

  • Cuando se sienta agobiada por la preocupación, busque Isaías 26:3–4:

    Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;
    porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová
    el Señor está la fortaleza de los siglos.

  • Cuando se vea apabullada por circunstancias que no puede cambiar, busque Job 23:10:

    Mas él conoce mi camino;
    Me probará, y saldré como oro.

  • Cuando se sienta traicionada o atrapada, busque Salmos 91:1–2:

    El que habita al abrigo del Altísimo
    Morará bajo la sombra del Omnipotente.
    Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
    Mi Dios, en quien confiaré.

  • Cuando éste afligida y sufriendo, busque Lamentaciones 3:22–23:

    Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,
    porque nunca decayeron sus misericordias.
    Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
    Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.

  • Y mi pasaje favorito . . . Cuando le hayan partido el corazón, busque Salmos 34:18:

    Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
    Y salva a los contritos de espíritu.

La fe es la certeza de lo que se espera, cosas que no vemos al presente. Cuando el sentimiento de soledad arrastre su alma, escoja creer y descansar en lo que Dios le promete. Y, por favor, permítanos ayudarle. Permitamos permítanos recordarle que, dondequiera que usted se halle, o por profunda que parezca la oscuridad, usted no está sola; Aquel que es la Luz verdadera siempre está con usted.