En su primera carta el apóstol Pedro, sin negar la realidad del dolor, presenta un consejo dinámico y confiable que cual­quier persona, en cualquier generación, hallará tranquilizador. Sus palabras harán que usted centre su atención en el Señor y Su voluntad, sin importar cuales sean sus circunstancias actuales.  A pesar de nuestros fracasos, sin importar el tiempo que hemos estado alejados de Dios, Él permanece fiel esperando nuestro regreso con los brazos abiertos.

Sea cual sea su situación, el pastor Carlos Zazueta le ayuda a encontrar paz usando como ejemplo la vida piadosa del apóstol Pedro. ¡Nunca es tarde para descubrir una nueva esperanza para los retos de la vida!