¿Quién escribió el libro?
Los libros del Antiguo Testamento rara vez incluyen el nombre del autor, por lo que ocasionalmente acudimos a fuentes externas para descubrir su autoría. La tradición judía y otros autores bíblicos nombran a Moisés, el profeta y liberador de Israel, como el autor de todo el Pentateuco, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. Su educación en las cortes de Egipto (Hch 7:22) y su comunión cercana con Yahveh, el nombre hebreo de Dios, apoyan esta premisa. El mismo Jesús confirmó la autoría de Moisés (ver Jn 5:45-47), como lo hicieron los escribas y los fariseos de Su época (Mt 19:7; 22:24).
El primer libro de la Biblia recibe su nombre de la Septuaginta, la traducción griega de las Escrituras judías. Génesis es una palabra griega que significa «comienzos» u «origen» y sirve como traducción de la primera palabra en la versión hebrea original de Génesis: bereshit.
Moisés escribió Génesis para el pueblo de Israel, a quien sacó de la esclavitud en Egipto y guio hacia la tierra de sus antepasados. Génesis provee la historia de esos antepasados: sus orígenes, sus trayectos y sus pactos con Dios. Debido a que los acontecimientos que se hallan en el resto del Pentateuco son respuestas a las promesas de Dios que se encuentran en Génesis, semejante historia de la interacción de Dios con sus antepasados habría dado ánimo e inspiración a los exesclavos que buscaban libertad y prosperidad en la Tierra Prometida.
¿Dónde nos encontramos?
Los primeros once capítulos de Génesis pintan la historia inicial de la raza humana con amplias pinceladas. Después del gran diluvio, se estrecha el enfoque a los tratos de Dios con una familia que vive en Mesopotamia, una familia dirigida por Abram (a quien después se le llama Abraham). Desde el río Éufrates (en el Irak actual) hasta lo que ahora es Siria, los acontecimientos se desplazan hacia el sur, a Canaán (Jordania e Israel de hoy) y Egipto.
Génesis abarca un período de tiempo más largo que todos los demás libros de la Biblia combinados. Aunque la historia antigua que se relata en los primeros once capítulos no da indicios del intervalo de tiempo, la historia de Abram (Gen. 12:1) comienza alrededor del 2091 a. C., y el libro termina con la muerte de José en Egipto (Gen. 50:26) alrededor de 1805 a. C.
¿Por qué es tan importante Génesis?
Para los lectores originales de Génesis, el libro se valoraba como una historia de su pueblo. Les narraba cómo Dios creó el mundo y trató con toda la humanidad hasta que inició una relación personal con su antepasado Abraham. Génesis les revelaba las promesas eternas que Dios hizo a Abraham, Isaac y Jacob, promesas que extendían a sus descendientes. Les proveía consuelo y esperanza a los israelitas oprimidos mientras esperaban regresar a su Tierra Prometida.
Para los lectores posteriores, Génesis ofrece un contexto detallado para el resto de la Biblia. Aquí aprendemos historia y geografía antiguas y se nos presenta gente y acontecimientos importantes que vuelven a aparecer más adelante en la Biblia. En Génesis, Dios revela muchas facetas de Su naturaleza a través de Su trato con el pueblo. También nos enteramos del origen del pecado, de su efecto destructivo en la humanidad y del plan de Dios de expiar ese pecado a través de un Hijo futuro del pueblo de Israel (Gen. 3:15; 22:18; 49:10).
¿Cuál es la idea central?
La Biblia se divide en dos partes importantes, el Antiguo y el Nuevo Testamento. Testamento es otra palabra para pacto. Los pactos predominan en la historia de Génesis porque ayudan a definir la relación de Dios con Su pueblo en distintos tiempos. El pecado interrumpió la paz perfecta entre Dios y la humanidad (ver Gn 3). Pero a través de pactos, Dios estableció Su plan para la redención. Él hizo un pacto con Abraham (Gn 12:1-3), y luego lo reafirmó con Isaac (Gn 26:2-5) y con Jacob (Gn 28:13-15). Las promesas de Dios a Abraham, Isaac y Jacob se extendieron a los israelitas en Egipto y a generaciones posteriores. Génesis establece el escenario para el resto del plan de Dios de redimir al mundo a través de Su Hijo, Jesucristo.
¿Cómo aplico esto?
Es fácil perdernos en las genealogías e historias de Génesis sin ver el cuadro global. A medida que lees el libro, mantén tu atención en Dios, no en las personas. Considera las cualidades de Su carácter. Si fueras un israelita que acababa de ser liberado de la esclavitud y leyeras esto por primera vez, ¿te maravillarías del poder de Dios sobre la creación? ¿O de Su ira por el pecado? ¿O de la forma en que cumplió Sus promesas a todos? Tomar conciencia de cada una de estas características debería producir adoración y esperanza. Recuerda que el Señor es fuerte, fiel y justo. Y Su deseo de bendecir a Su creación se materializará completamente algún día.