¿Quién escribió el libro?
El autor del libro de Job es desconocido. Algunos sugieren que uno de los personajes del libro pudo haberlo escrito, tal vez el mismo Job o Eliú, el cuarto amigo que habla hacia el final de la historia. También es posible que unos escritores o editores compilaron el material durante muchos años y registraron la historia después de que había sido transmitida a través de varias generaciones de israelitas.
Entonces, ¿quién fue Job? Este adinerado propietario y fiel y piadoso padre es
uno de los héroes bíblicos más famosos. Pero sabemos poco, aparte del hecho de que Dios permitió que Satanás lo despojara de todo lo que tenía sin advertencia, porque Dios sabía que Job no lo rechazaría.
¿Dónde nos encontramos?
Aunque el texto no identifica de manera directa el período histórico, los indicios internos indican que Job vivió durante el tiempo de los patriarcas, alrededor del 2100 a 1900 a. C. Según Job 42:16, Job vivió 140 años después de sus tragedias, tal vez hasta alcanzar los 210 años de edad. La larga duración de su vida corresponde en general a las edades mayores que alcanzaron Taré (el padre de Abraham), Abraham, Isaac y Jacob. La riqueza de Job, como la de Abraham, se medía con ganado (Gn 12:16; Jb 1:3; 42:12). Además, el libro de Job no menciona la ley mosaica; de hecho, las hijas de Job eran herederas a partes iguales con sus hijos, algo que no fue posible bajo la ley (Jb 42:15; véase Nm 27:8). Más aún, Job mismo ofrecía sacrificios en lugar de hacerlos mediante un sacerdote, algo que tampoco se permitía bajo la ley. Aunque no podemos estar seguros, Job puede haber vivido en los días de Jacob o poco después.
Job vivía en la tierra de Uz (Jb 1:1). Nadie sabe en realidad dónde estaba ubicado Uz. Algunos eruditos creen que estaba fuera de Canaán, en el área que posteriormente se conoció como Aram y Edom, cerca del desierto, porque el estilo de vida de la familia de Job y la descripción de sus alrededores es similar a la de las personas que vivían en el norte de Arabia.
¿Por qué es tan importante Job?
El libro de Job se clasifica mejor como literatura sapiencial, un tipo de literatura
bíblica que explora la vida diaria, el sufrimiento humano y la falta de propósito que
resulta de vivir aparte de Dios. Job incluye el lenguaje de antiguos procedimientos legales y lamentos, además de términos que no se encuentran en ninguna otra parte de la Biblia. Todos estos elementos muestran su estilo único. El contenido del libro entero tiene el efecto de penetrar en los pensamientos y las emociones de cada lector que ha experimentado el sufrimiento, y le acompaña en su lucha por entender la verdadera naturaleza de la justicia de Dios.
El prólogo provee un vistazo fascinante del trasfondo de la historia: por qué Dios permitió que Satanás afligiera a Job con semejante dolor y angustia. Luego, a través de una serie de diálogos y monólogos organizados en conjuntos de tres, la sabiduría humana trata de explicar lo inexplicable, hasta que, por fin, Dios mismo habla. Los capítulos finales de Job registran la defensa magistral que Dios hace de Su soberanía y trascendencia eterna sobre la creación, especialmente en contraste con la mortalidad humilde y finita de Job.
¿Cuál es la idea central?
El sufrimiento inmerecido de Job nos obliga a formular una pregunta que ha existido por las edades: «¿Por qué les pasan cosas malas a personas buenas?». Al fin y al cabo, Dios no responde esta pregunta. A veces nuestro dolor tiene sentido, siendo la consecuencia lógica de nuestro comportamiento o situación. Pero a menudo, al igual que Job, nuestro dolor y sufrimiento parecen llegar de la nada. Como cristianos, tenemos fe en que Dios permite el dolor por razones buenas, pero quizá Él nunca nos revele esas razones.
Job no rechazó a Dios, pero sí lo desafió y lo acusó. El Todopoderoso lo acalló decisivamente cuando finalmente le respondió a Job desde un torbellino. No contestó la pregunta de «¿Por qué?»; en cambio, abrumó a Job y a sus amigos con la verdad de Su majestad y Su soberanía. Job salió de allí con un sentido más profundo del poder, esplendor y control de Dios que lo llevó a confiar más en Él:
«Hasta ahora solo había oído de ti,
pero ahora te he visto con mis propios ojos.
Me retracto de todo lo que dije,
y me siento en polvo y ceniza en señal de arrepentimiento». (Jb 42:5-6)
¿Cómo aplico esto?
El dolor inevitablemente aflige a cada uno de nosotros. El sufrimiento es inevitable
en esta vida. ¿Será suficiente tu relación con Dios cuando lleguen las pruebas?
¿Confiarás en Él a través de tu sufrimiento? Lee Job 38 al 42. Pasa tiempo con el Todopoderoso. Ora por una fe más fuerte en el poderoso Creador que se describe
en esos capítulos. Ora por una perspectiva correcta para que puedas ver el dolor
y el sufrimiento a través de Sus ojos.