De todas las cartas que escribió Pablo, 2 Corintios es la más autobiográfica. En ella el apóstol quita el velo de su vida privada y nos permite una mirada a sus debilidades y necesidades humanas. Usted debe leer esta carta de corrido para poder captar el fluir de la emoción que embargaba su ser.
Es solo en esta carta que él graba los detalles específicos de su angustia, sus lágrimas, su aflicción y su oposición satánica. Solo en esta carta él graba los detalles de su persecución, soledad, encarcelamientos, palizas, sentimientos de desesperanza, hambrunas, naufragios, noches de desvelo y ese «aguijón de la carne» —su compañero doloroso. Cuánto más cercanos a él nos sentimos al verlo como un hombre de carne y hueso con problemas de la vida real. . . ¡tal como usted y como yo!