¿Qué es lo que le pone triste? ¿Qué le hace enojar? ¿Qué cosas le irritan? Todos tenemos algo que nos molesta, ¿cierto? Ahora, el problema no está en enojarse, sino en permanecer enojado… en dejar que el enojo lo controle a usted y le haga caer en pecado. Pablo en Efesios 4:26-27 nos dice «No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo». Sin embargo, cuando se expresa correctamente, el enojo puede ser la respuesta más espiritualmente productiva a la injusticia. Sí, hay un tiempo y un lugar para la indignación justa, como lo vemos en el evangelio de Lucas, capítulo 19, en el que Jesús—Dios encarnado—se llenó de ira; es más, se puso tan molesto que hasta volteó unas cuantas mesas. . . Pero también veremos el momento en que Jesús lloró de tristeza por el extravío de su pueblo. Conozcamos estas tres facetas en la persona de Jesús, el Hijo de Dios.

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