¿Quién escribió el libro?
El autor de Apocalipsis menciona su nombre, Juan, cuatro veces a través del libro (Apocalipsis 1:1, 4, 9; 22:8). A lo largo de la historia los cristianos han afirmado, de manera casi unánime, la identidad del autor del libro como Juan el apóstol, a quien las autoridades habían exiliado a la isla de Patmos por predicar el evangelio en Asia. Según un padre de la iglesia primitiva, Tertuliano, los romanos dejaron caer a Juan en un tanque de aceite hirviendo, pero al ver que el apóstol no murió, optaron por desterrarlo a la isla rocosa y estéril de Patmos («Prescripciones» contra todas las herejías 36).
El título de este libro, Apocalipsis, viene de una palabra griega y se refiere a la revelación o divulgación de algo que todavía no se conoce. Este título es ciertamente apropiado para este libro, una obra interesada en dar a conocer los acontecimientos desconocidos del futuro.
¿Dónde nos encontramos?
El apóstol Juan escribió este libro alrededor del año 95 d. C. durante su exilio en la isla de Patmos. Dirigió su obra a siete iglesias en Asia Menor: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Debido a que Juan había trabajado en Éfeso durante gran parte de sus últimos años de vida, era natural que él comunicara esta visión a las iglesias que estaban bajo su cuidado e influencia inmediatos. Cada una de estas siete iglesias recibió un mensaje dirigido específicamente a su situación (Apocalipsis 2–3) antes de que Juan se lanzara al relato del futuro que él había recibido en una visión de parte de Dios.
¿Por qué es tan importante Apocalipsis?
El libro de Apocalipsis provee la descripción bíblica más clara de los acontecimientos de la Tribulación, tratando sobre los detalles específicos de ese tiempo terrible (Apocalipsis 4–18). La Tribulación será un período de siete años de juicio, una época en la que aquellos que se quedaron en la tierra después del Rapto sufrirán profundamente por su incredulidad. Para describirlo a Juan, el Señor ilustró este juicio como una serie de veintiún acontecimientos, inaugurados por la ruptura de siete sellos, el tocar de siete trompetas y el derramamiento de siete tazones. Este gran juicio sobre la humanidad pecaminosa demuestra la seriedad con la que Dios ve el pecado. Se exigirá el pago a los que no estén cubiertos por la sangre de Jesucristo.
¿Cuál es la idea central?
En tanto que Apocalipsis da muchos detalles sobre la Tribulación —si bien muchos retienen algo de misterio debido al lenguaje simbólico— son los cuatro capítulos finales los que determinan el mensaje general del libro. En Apocalipsis 19–22, vislumbramos el futuro en el que Cristo triunfa sobre las fuerzas del mal y recrea el mundo para los redimidos. En última instancia, el libro y el mundo terminan con una victoria final de la verdad, el bien y la hermosura.
En la mayor parte de sus sesenta y seis libros, la Biblia presenta un mundo hundido en la agonía del sufrimiento. Los seres humanos han tenido el problema del pecado desde la Caída en Génesis 3, y versículo tras versículo registra nuestro problema con lujo de detalles. La maravilla de Apocalipsis es que provee una respuesta concluyente a este problema: la esperanza futura de que Jesús, de una vez por todas, sanará las heridas ocasionadas por el pecado (Apocalipsis 19), reinará durante mil años en la tierra (Apocalipsis 20), y después hará de este mundo una nueva creación que corresponderá al diseño original de Dios para Su creación (Apocalipsis 21–22). La narrativa de la Biblia es sencilla: creación, caída, redención, nueva creación. Sin la culminación de la obra redentora de Jesús que se registra en Apocalipsis, no tendríamos el final de la historia, y eso dejaría en seria duda nuestra esperanza para el futuro.
¿Cómo aplico esto?
Generalmente, cuando alguien menciona el libro de Apocalipsis, de inmediato piensa en juicio. Sin duda, hay mucho juicio en el libro. Sin embargo, Apocalipsis no concluye con juicio. Apocalipsis provee un final impactante para toda la Biblia, que comienza en el paraíso y acaba en el paraíso. Más que juicio para los malhechores, Apocalipsis es un libro de esperanza para aquellos que son fieles a Cristo.
¿Ha sufrido dolores o humillaciones? ¿Le han hecho llorar las relaciones rotas? ¿Le ha penetrado profundamente en el corazón la espada de la muerte? Apocalipsis promete un mundo en el que el dolor, las lágrimas y la muerte se han acabado. Apocalipsis nos recuerda que, en efecto, hay esperanza más allá de las pruebas y las luchas temporales de esta vida. Un día, la oscuridad se acabará y moraremos en luz perpetua. ¡Ven pronto, Señor Jesús! Que Dios sea alabado.