¿Quién escribió el libro?

Si bien el autor del libro de Santiago no se identifica específicamente en la carta como hermano de Jesús, muchos creen que este es el Santiago que era hermano de nuestro Señor. Parece que Santiago no fue un seguidor de Jesús durante el tiempo en que el Salvador estuvo en la tierra (Mc 3:21-35), pero al final llegó a ser un apóstol cuando vio al Señor después de la Resurrección (1 Co 15:7; Ga 1:19). Cuando presenció al Señor con Su cuerpo resucitado, Santiago llegó a creer que Jesús era el Mesías, y posteriormente se convirtió en uno de los líderes de la iglesia en Jerusalén. Justo después de que Pedro fue liberado milagrosamente de la cárcel, él mencionó a Santiago por nombre en su mensaje a los demás cristianos (Hch 12:17). Además, Santiago dio el discurso decisivo en el concilio de Jerusalén (Hch 15:13-21), y Pablo lo llamó uno de los «pilares de la iglesia» (Ga 2:9).

¿Dónde nos encontramos?

Como uno de los líderes principales de la iglesia en Jerusalén, Santiago escribió esta carta desde esa ciudad antes de la reunión del concilio de Jerusalén, cuyo relato se halla registrado en Hechos 15. En ese concilio, Santiago, junto con Pedro y Pablo, afirmó la decisión de llevar el mensaje del evangelio a los gentiles. Este concilio se reunió en el 49 d. C., lo cual significa que Santiago probablemente escribió su carta entre el 45 y el 49 d. C. Un acontecimiento tan significativo como el concilio de Jerusalén habría merecido algún comentario de parte de Santiago, especialmente porque él le estaba escribiendo a una audiencia de judíos cristianos. Sin embargo, en la carta, Santiago no hace mención alguna a los cristianos gentiles, por lo que una fecha temprana para la carta parece ser lo más probable.

¿Por qué es tan importante Santiago?

El libro de Santiago tiene algo de parecido con el libro de Proverbios en el Antiguo Testamento, pero revestido de ropa neotestamentaria. Su enfoque constante sobre la acción práctica en la vida de fe nos hace recordar la literatura de sabiduría del Antiguo Testamento por la manera en que anima al pueblo de Dios a actuar de acuerdo con su identidad. Las páginas de Santiago están llenas de
órdenes directas, y no provee excusas para aquellos cuyas acciones no concuerdan con sus palabras. En la mente de este líder cristiano de la iglesia primitiva, los cristianos evidencian su fe al andar de ciertas maneras y no de otras. Según Santiago, la fe debe producir un cambio verdadero en la vida (St 2:17).

¿Cuál es la idea central?

Al inicio de esta carta, Santiago se llama a sí mismo «esclavo de Dios y del Señor Jesucristo» (St 1:1). Este es un título apropiado para él, dado que su libro tiene un énfasis en lo práctico y en el servicio a los demás. A lo largo de su carta, Santiago sostiene que la fe verdadera produce obras auténticas. En otras palabras, si los que se llaman pueblo de Dios de verdad le pertenecen a Él, se producirán ciertas obras, o fruto, en sus vidas.

Para Santiago, la fe no es una proposición abstracta, sino más bien algo que produce efectos en el mundo real. Santiago da numerosos ejemplos prácticos para ilustrar este punto: la fe genuina perdura en medio de las pruebas (St 1:2-4), recurre a Dios por sabiduría (St 1:5-8; 3:13-18), controla su lengua (St 1:26; 3:1-12), deja a un lado la maldad (St 1:21), cuida a los huérfanos y a las viudas (St 1:27) y no practica el favoritismo (St 2:1-9), para nombrar algunos ejemplos. Santiago enfatiza que la fe es fundamental en la vida e impacta cada área de nuestras vidas, impulsándonos a involucrarnos de verdad en la vida de otras personas en el mundo. Aunque Santiago reconocía que incluso los creyentes tropiezan (St 3:2), también sabía que quienes poseen una fe verdadera no se impacientan con los menos afortunados ni cierran sus ojos ante la situación difícil de otros ni maldicen a los que se cruzan en su camino.

¿Cómo aplico esto?

Más que cualquier otro libro del Nuevo Testamento, Santiago enfoca la atención de los creyentes en la importancia de actuar de acuerdo con nuestra fe. ¿Qué tan bien reflejan tus acciones la fe que proclamas? Esta pregunta nos desafía a todos nosotros. Nos gustaría señalar todas las formas en las que nuestra fe y nuestras obras se traslapan, pero muy a menudo vemos solo brechas y grietas donde eso no ocurre. Al leer esta carta de Santiago, enfócate en las áreas que él menciona: tus acciones durante las pruebas, la forma en que tratas a los menos afortunados, la forma en que hablas y te relacionas con los demás, y la influencia que tiene el dinero sobre la manera en que vives tu vida. Permite que Santiago te anime a hacer el bien, de acuerdo con la fe que proclamas.

Artículos Relacionados