Para ilustrar cómo Dios usa a gente común y corriente para llevar a cabo Sus planes, hagamos un viaje imaginario en el tiempo hasta una época en la historia llamada: la Reforma. Puede que los héroes y los campos de batalla de la Reforma no sean tan conocidos como aquellos héroes que nos dieron libertad en nuestros países, pero puedo asegurarle que aquellos «soldados» que encabezaron la revolución religiosa de los años 1300 a 1500, hicieron una gran diferencia al contribuir en algo que es sumamente importante para nosotros como cristianos: una mejor comprensión de quién es Dios, qué es la Biblia y qué significa la salvación.
Hoy en día, nosotros tenemos en nuestras manos el fruto del trabajo de muchos hombres audaces y valientes que hicieron una gran diferencia en su tiempo para que pudiéramos tener el privilegio de leer las Escrituras en nuestro propio idioma. Fue su fe en Dios, y no en sus circunstancias, lo que permitió que hicieran este legado.