¿Quién escribió el libro?
Pablo, el autor de la Carta a Tito, comienza esta carta refiriéndose a sí mismo como «esclavo de Dios y apóstol de Jesucristo» (Tt 1:1). El origen de la relación de Pablo con Tito está envuelto en misterio. Podemos deducir que Tito pudo haberse convertido bajo el ministerio de Pablo, quien lo llamó «mi verdadero hijo en la fe que compartimos» (Tt 1:4). Tito había acompañado al apóstol en su tercer viaje misionero, durante el cual Pablo lo había enviado a Corinto por lo menos una vez (véanse 2 Co 2:12-13; 7:5-7, 13-15; 8:6, 16-24; 12:18). Es claro que Pablo sentía hacia Tito un gran respeto como amigo y compañero de trabajo en el evangelio, y elogia a Tito por su afecto, su fervor y su habilidad de dar consuelo a los demás.
¿Dónde nos encontramos?
Pablo le escribió su carta a Tito desde Nicópolis en el 63 d. C., después de ser liberado de su encarcelamiento romano (véase Tt 3:12). Luego de dejar a Timoteo en Éfeso para que ministrara allí (1 Tm 1:3), Pablo había acompañado a Tito a la isla de Creta, donde pretendía que Tito dirigiera y organizara las iglesias de la isla en sus años iniciales. Aunque el evangelio sin duda se había esparcido hasta Creta poco después del sermón de Pedro en Pentecostés (véase Hch 2:9-11), es muy probable que Pablo y Tito hicieran mucha evangelización en la isla en las semanas previas a que Pablo comisionara a Tito a un puesto de liderazgo en ese lugar.
¿Por qué es tan importante Tito?
Esparcidos en las páginas de Tito están tres pasajes clave sobre la Encarnación, y estos proveen una estructura dentro de la cual podemos ver la obra de Dios en el mundo y en las vidas individuales (Tt 1:1-4; 2:11-14; 3:4-7). Estos tres pasajes tienen que ver con la manifestación, o aparición, de Dios en Cristo y arraigan la fe cristiana en la encarnación de Jesús. Es solamente porque Dios el Hijo se hizo hombre en la persona de Jesús que nuestra fe en Dios se puede asegurar. En otras palabras, debido a que Dios ha derramado Su gracia sobre toda la humanidad, ahora Él limpia a Su pueblo de su pecado y purifica a los creyentes para Sí mismo.
¿Cuál es la idea central?
En su carta a Tito, Pablo promueve la vida correcta, mensaje que él fundamenta en una atención cuidadosa a la verdad teológica, enfocándose particularmente en la doctrina de la Encarnación. Las iglesias de Creta eran tan susceptibles a los falsos maestros como lo puede ser cualquier iglesia, por lo que Pablo instruyó a Tito a que estableciera un grupo de ancianos fieles para que supervisaran la pureza doctrinal y la buena conducta de los creyentes de Creta. Pablo exhortó a Tito: «Fomenta la clase de vida que refleje la sana enseñanza» (Tt 2:1), una instrucción clara de que esa debe ser la función principal del joven pastor.
Pablo entendía que cuando un grupo de creyentes acepta la sana doctrina, esto produce vidas transformadas y purificadas. Por lo tanto, le dio a Tito instrucciones para grupos específicos de personas —hombres mayores, mujeres mayores, mujeres jóvenes, hombres jóvenes y esclavos—, además de instrucciones sobre la conducta para todos los creyentes. La vida correcta es esencial para todos los creyentes, porque Cristo «dio su vida para liberarnos de toda clase de pecado», y nos salvó y «nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y una vida nueva
por medio del Espíritu Santo» (Tt 2:14; 3:5).
¿Cómo aplico esto?
¿Qué tan seriamente consideras tus creencias en cuanto a Dios en el plan general de tu vida? La carta de Pablo a Tito nos recuerda que nuestras creencias acerca de Dios impactan cada decisión que tomamos. A veces, para los creyentes de hoy, es difícil ver la razón de preocuparse tanto por la doctrina de la persona y naturaleza de Cristo o por la doctrina de la Trinidad. Sin embargo, Pablo deja en claro que una iglesia que enseña y predica sana doctrina verá los resultados en las vidas de sus miembros. Ellos no solo serán salvos de sus pecados, sino que también pondrán en práctica esa fe salvadora con vidas renovadas y purificadas.
Muchas iglesias hoy se enfocan más en la forma de su adoración —estilos de música, luces y diseños de edificios— que en el contenido de la fe que deben proclamar. Aunque la forma de adoración de una iglesia es vital para alcanzar a su comunidad para Cristo, si no hay una base firme de sana doctrina, la iglesia pondrá su fundamento en arenas movedizas. Haz que la doctrina sea una prioridad en tu vida, y aliéntala también en tu iglesia. Nada es más significativo que un fundamento sólido en Cristo.