Jesús le dijo a Pedro que era «una roca», nombre que le viene bien a su carácter intrépido y lo que sería su ministerio sólido. Mencionado como «el primero» entre los doce discípulos, también fue el hombre que Dios usó para escribir esta dinámica epístola.
Aunque Pedro fue un pescador galileo que se convirtió en apóstol, es una persona con quien podemos definitivamente identificarnos hoy. Saboreó los extremos altibajos de la vida; desde los días que pasó en bendita comunión con Cristo, hasta la prueba de lealtad que destroza el corazón cuando negó al Señor tres veces en el patio del templo.
Guía de estudio de 180 páginas
Código de producto: ETA