Muchos libros responden bien a preguntas acerca de presupuestos y carteras de inversión, pero este estudio trata con el corazón del asunto. En estos mensajes de la Palabra de Dios, se le recordará del verdadero lugar que debe ocupar el dinero en nuestra vida ya que a Dios le pertenece el dinero, porque Dios es el dueño de todo. Si aceptamos este hecho, seremos liberados para dar más generosamente, ampliaremos nuestra visión económica y seremos alentados cuando pasemos por momentos de apretura económica.