Experimente gozo hilarante

El pastor Charles Swindoll pregunta lo siguiente:

¿Cómo está su sentido del humor? ¿Los tiempos en que vivimos han comenzando a reflejarse en su actitud, su rostro, su perspectiva? Salomón dice tres cosas pueden suceder cuando hemos perdido nuestro sentido del humor: un espíritu quebrantado, la falta de sanidad interior y huesos secos (Proverbios 15:13, 15; 17:22). ¡El resultado es un retrato sin vida! . . . El humor no es un pecado. Es más bien Dios dando una vía de escape. . . una válvula de seguridad. Pero ser capaz de ver el lado más ligero de la vida es una virtud rara e indispensable.¹

Un refrescante sentido del humor nunca es de mal gusto, inoportuno o falta de tacto. Por el contrario, aligera el ánimo y revitaliza nuestros pensamientos. Nos ayuda a tomar impulso y a no tomar esta vida pasajera tan en serio.

“Tres pruebas de buen humor: ¿Puede reírse de sus propios errores? ¿Se puede contener cuando una broma no es conveniente? ¿Puede disfrutar del humor incluso a solas?”² Si todavía no puede responder “sí” a estas preguntas, le invitamos a disfrutar de estos recursos. Usted puede sentir que sus tensos músculos comienzan a relajarse mientras sus atribulados pensamientos son ahuyentados por la vieja usanza de la risa.

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