¿Quién escribió el libro?

El texto que encontramos dividido en 1 Samuel y 2 Samuel en nuestras Biblias en español forma un solo libro en el texto hebreo. La traducción griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta, fue la primera versión que dividió el material en dos partes. El texto no declara un autor particular, aunque toma su nombre de la figura principal en los primeros capítulos. Es posible que Samuel haya escrito, o ciertamente provisto, la información que se halla en 1 Samuel 1:1–24:22, que incluye escenas clave de su vida y carrera hasta su muerte. Hay indicios en el texto que sugieren que alguien de la escuela profética —quien usó documentos de Samuel, Natán y Gad— recopiló los libros de 1 y 2 Samuel (véase 1 Crónicas 29:29).

¿Dónde nos encontramos?

Primero de Samuel se desarrolla en la tierra de Israel, la Tierra Prometida que las doce tribus conquistaron y ocuparon bajo el liderazgo de Josué. Algunos cananeos siguieron viviendo en la tierra junto con los israelitas, y ellos a menudo alteraron la paz y tentaron a los israelitas a desviarse de su fe.

Los acontecimientos que ocurren en 1 Samuel se llevaron a cabo durante un período de unos 110 años, desde los últimos días de los jueces, cuando nació Samuel (c 1100 a. C.), hasta los primeros años del reinado de David (1010 a. C.). El libro incluye el nacimiento de Samuel, su llamado por parte de Dios y su posterior ministerio profético, el ascenso y la caída del rey Saúl y la unción del joven David y su paso a la adultez.

Encontramos por lo menos una referencia a la monarquía dividida (1 Samuel 27:6), que es algo que ocurrió después del reinado de Salomón. A través de esto podemos concluir que el libro se integró después de la muerte de David (971 a. C.) y tal vez incluso después de la muerte de Salomón (931 a. C.). Debido a que el libro no contiene referencia alguna a la invasión asiria y al exilio del reino del norte en el 722 a. C., probablemente se originó cuando tanto Israel como Judá todavía habitaban la tierra.

¿Por qué es tan importante Primero de Samuel?

En este período crítico de la historia de Israel, el pueblo de Dios cambió de un grupo de tribus a una nación unificada bajo el liderazgo de un rey. Ellos cambiaron la vida agitada que experimentaron bajo los jueces por la estabilidad de una fuerte monarquía central.

Primero de Samuel se enfoca en el establecimiento de esa monarquía. El pueblo exigió un rey similar a los reyes de las naciones vecinas (1 Samuel 8:5). Aunque Saúl, el primer rey, «era tan alto que los demás apenas le llegaban a los hombros» (1 Samuel 9:2), no tenía un corazón recto y su descendencia estaba destinada a no heredar jamás la corona (véase Génesis 49:10; 1 Samuel 9–15). Dios instruyó a Samuel para que ungiera a David, el hijo menor de Isaí de Belén, como el próximo rey (1 Samuel 16:1-13).

Gran parte de 1 Samuel sigue las hazañas de David como joven músico, pastor y guerrero. Presenciamos la victoria que David —aun estando en desventaja— obtuvo sobre Goliat (1 Samuel 17), su profunda amistad con Jonatán (1 Samuel 18:1-4) y su creciente habilidad militar (1 Samuel 18:5-30). Esperó el trono con paciencia, y a menudo fue perseguido por Saúl y obligado a esconderse. El libro concluye con la muerte de Saúl, que marca de forma natural la división entre 1 Samuel y 2 Samuel (1 Samuel 31).

¿Cuál es la idea central?

Primero de Samuel registra el inicio de la monarquía de Israel, y sigue la vida del profeta Samuel, del desafortunado rey Saúl y de David, la elección final de Dios en cuanto a quién sería el rey. Ciertos temas aparecen de manera prominente:

  • Providencia. Repetidas veces, Dios hizo que los acontecimientos diarios obraran para Sus propósitos. Usó la relación antagónica de Ana con Penina para llevarla a la oración (1 Samuel 1), guió a Saúl hacia Samuel cuando Saúl estaba en busca de burros perdidos (1 Samuel 9) e hizo que David se enterara de Goliat mientras llevaba comida a sus hermanos (1 Samuel 17).
  • Reinado. Como su Rey divino, Dios designó a un vice-regente humano, David, para que gobernara a Su pueblo. Junto con el libro 2 Samuel, esta historia valida a los descendientes de David como los gobernantes legítimos de Israel (véase 2 Samuel 7:16).
  • Cambio de fortuna  humana. La infertilidad de Ana dio paso a la maternidad (1 Samuel 1; 2:21); Samuel se convirtió en el profeta de Dios en lugar de los hijos de Elí (1 Samuel 2:12; 3:13); Saúl surgió a la prominencia a pesar de ser de una tribu humilde (1 Samuel 9:21; 10:1); David fue ungido como rey, aunque era el más joven de sus hermanos (1 Samuel 16:1-13). Dios invirtió los patrones humanos normales, demostrando Su soberanía sobre todo.

¿Cómo aplico esto?

Dios todavía es soberano en el siglo veintiuno. Él cumplirá Sus propósitos con o sin nuestra cooperación. Pero tan cierto como lo fue en las vidas de Samuel, Saúl y David, nuestra respuesta al llamado de Dios afecta los resultados finales. ¿Lo obedeceremos como lo hicieron Samuel y David y, como resultado, viviremos vidas marcadas por bendición? O, al igual que Saúl, ¿trataremos de vivir de acuerdo a nuestras propias condiciones? «La obediencia es mejor que el sacrificio», le dijo Samuel a Saúl (1 Samuel 15:22). Dios siempre ha querido la obediencia genuina y de corazón más que una apariencia externa de piedad religiosa. Esa verdad nos habla hoy en día.

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