¿Qué le viene a la mente cuando escucha la palabra «servicio»? ¿Un empleado doméstico?

¿Un trabajador de intendencia? ¿Un esclavo? Cualquier cosa que venga a su mente al escuchar esta palabra, puedo asegurarle que no es nada glamoroso. ¿Se pregunta entonces por qué es tan confuso utilizar los términos «siervo» y «líder» juntos en la misma frase como el ideal del cristiano? ¿Cómo puede un «siervo» sin voluntad propia liderar, o cómo puede un «líder» poderoso esperar pacientemente por los demás? Estos dos términos, «siervo» y «líder», parecen ser tan contrarios, ¿cierto? Bueno, es cierto si aceptamos el concepto del mundo acerca del servicio y del liderazgo. Pero si definimos estas palabras de acuerdo a lo que dice la Biblia, descubriremos un significado distinto de estas dos palabras que aparentemente son opuestas.

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