Es fácil acostumbrarnos a mirar un mismo paisaje y al poco tiempo perder interés en él. Los niños pueden pasar horas mirando fijamente las estrellas, pero al llegar a ser adultos pueden olvidarse siquiera de mirar hacia arriba.

Lo mismo puede ser verdad en cuanto a las historias de la Biblia que hemos oído desde la niñez. Seguro que conocemos las historias, y hasta pudiéramos citar algunas de ellas. Pero cavando más profundo en pasajes conocidos de la Biblia se pueden descubrir frescas maravillas. En esta serie usted podrá descubrir de nuevo a Dios en Su intimidad, Su majestuosidad y su grandeza.