Muchas veces y con los puños apretados, nos aferramos tanto a las cosas materiales, que pareciera que nada más nos importa. Solo el pensar que podríamos perder esas cosas nos produce ansiedad y pánico. Y rechinamos los dientes apretando los puños con tal fuerza, asegurándonos que nada ni nadie nos despoje de lo que tanto nos controla. . .y no queremos soltar nada. Es en momentos como éste, que nuestro Padre celestial tiene que abrir nuestro puño dedo por dedo, y quitarnos eso que tanto nos preocupa.Cuando finalmente nuestras manos quedan vacías y el dolor de soltarlo todo ha pasado, entonces podemos darnos cuenta de algo muy importante: Dios es todo lo que realmente necesitamos. Es allí que el momento de la prueba termina.
1 Mensaje en CD o MP3
Código de producto: HMFD04/HMFM04