Nutra su alma con la Palabra de Dios

La Palabra de Dios es el pan que anhela nuestra alma, pero ¿cómo podemos obtener sus nutrientes? En el libro Aliméntese de las Escrituras: Encuentre la nutrición que su alma necesita, el pastor Charles R. Swindoll nos comparte una receta muy personal para lograr una nutrición espiritual óptima. Como todo un chef ejecutivo, este amado escritor se pone su gorro y uniforme de cocinero y nos comparte algunas técnicas probadas y comprobadas que él mismo a diario utiliza en la privacidad de su estudio personal.

El pastor Swindoll reitera que estudiar y compartir la Biblia es muy parecido a cocinar. Primero, se reúnen los ingredientes del platillo que se desea cocinar, luego se procede a la preparación de la comida, hasta que finalmente se sirve el banquete que se ha elaborado para el deleite personal y de alguien más. Aprenda cómo seguir la estrategia simple del pastor Swindoll para comenzar su propio paso para saber cómo alimentarse de las Escrituras.

En el siguiente video, el pastor Carlos A. Zazueta pone en sus manos esta receta con el deseo de que usted la comparta con otros personas para que ellas también puedan probarla y pasarla a otros.

La importancia de nutrir el alma con las Escrituras

«La gente no vive solo de pan, sino que vivimos de cada palabra que sale de la boca del Señor». (Deuteronomio 8:3, NTV)

Al estudiar este material y poner en práctica las herramientas que se le presentan, no solo tendrá la satisfacción de abrir las páginas de su Biblia sin sentirse temeroso ni intimidado, sino que además podrá compartir con los demás, lleno de confianza, lo que averigüe de su estudio de las Escrituras. Al terminar de leer este proceso, usted conocerá las tres etapas necesarias para preparar el alimento espiritual y nutritivo de la Palabra de Dios: reunir los ingredientes, preparar la comida y servir el banquete a otros con gran alegría y tranquila confianza. Así que, ¡comencemos!

PRIMERA ETAPA: Reunir los ingredientes

Aquí encuentra una descripción general de la Biblia: su menú completo de cuatro tiempos para el alimento espiritual de por vida.

Entremés, platillo de entrada, platillo principal y postre

Considerar la verdadera nutrición

«Las Escrituras no fueron dadas para aumentar nuestro conocimiento, sino para cambiar nuestras vidas» —D.L. Moody

Nadie puede negar la importancia de una buena nutrición alimenticia. Nuestros niveles de energía, nuestra capacidad de manejar los desafíos de la vida y hasta nuestra actitud mental están directamente relacionados con el consumo de los alimentos saludables que debemos ingerir diariamente y en cantidades apropiadas. Consumir comida chatarra o alimentos con alto contenido de azúcar todo el tiempo, eventualmente afectará nuestra salud, haciéndonos sentir fatigados y aletargados, podemos volvernos irritables, nerviosos o incluso deprimidos, y somos más propensos a enfermedades crónicas. Es la manera que tiene el cuerpo de hacernos saber que le falta la nutrición necesaria.

Lo mismo sucede cuando se trata de asuntos espirituales. Ojear uno o dos versículos mientras vamos saliendo de la casa no satisface nuestra necesidad ni nos hace crecer a largo plazo. Sin la alimentación bíblica regular y suficiente, nuestra vida interior empieza a sufrir las consecuencias. Nuestra alma anhela ser alimentada, nutrida y fortalecida por las Escrituras en forma habitual.

Para asegurar que nuestra alma esté bien nutrida, necesitamos aprender a preparar nuestros propios alimentos espirituales, asegurándonos de utilizar ingredientes nutritivos de buena calidad.

Antes de meternos de lleno en la Biblia, necesitamos tener en cuenta el valor nutritivo de estudiar la Palabra de Dios. ¿Cuáles serán los beneficios de aprender a estudiar la Palabra de Dios por nuestra cuenta? Además, necesitamos alimentarnos habitualmente de las Escrituras. No es suficiente tener un pastor o un maestro que nos alimente una vez por semana; necesitamos ser capaces de preparar nuestras propias comidas espirituales a diario.

Para aprender más acerca de la importancia de la Biblia en nuestras vidas, le recomendamos leer:

¿Por qué es importante estudiar la Biblia?

Seis maneras en que estudiar y aplicar la Biblia contribuye al crecimiento espiritual

SEGUNDA ETAPA: Preparar el alimento

Mientras no aprendamos a cocinar alimentos saludables por nuestra cuenta, con la ayuda de los diferentes utensilios al alcance, podemos pasarnos la vida comiendo alimentos preparados por otros a quienes no les interesa si son saludables o no.

La importancia del valor nutricional de los ingredientes

El alimento chatarra nos llena, pero no nos nutre. De igual manera ocurre con el estudio de la Biblia. Si no aprendemos a estudiarla con la ayuda de las diferentes herramientas existentes (diccionarios, comentarios, etc.), pasaremos la vida alimentándonos espiritualmente de lo que otros preparan, sin importar lo saludable o tóxico que pueda ser el resultado. Puede que esa información nos llene, pero no nutre nuestra alma.

Con esto en mente, echemos un vistazo al proceso de interpretación bíblica que nos ayudará no solo a preparar un suculento platillo gourmet, sino también aprender el origen, usos y valor nutricional de los ingredientes que tenemos en exhibición, y cómo su aporte original impacta el resultado final en nuestro proceso de preparación.

El recorrido interpretativo

Paso 1: Observar

Paso 2: Interpretar

Paso 3: Correlacionar

Paso 4: Aplicar

TERECERA ETAPA: Servir el banquete

Poner la mesa

A menudo se pasa por alto poner una mesa agradable, pero su importancia no debe minimizarse. Tener una mesa bien arreglada afecta el disfrute de la comida, lo que incluso puede afectar qué tan bien se digiere la comida.

Pues bien, prepararse para enseñar o predicar la Biblia se parece mucho a arreglar una mesa estupenda para servir una comida exquisita. El estudio cuidadoso y consistente de las Escrituras fomenta el crecimiento personal. Sin embargo, el estudiante diligente de la Biblia reconoce que su crecimiento personal es solo el principio del proceso para alcanzar la madurez espiritual. Es necesario compartir el fruto de su estudio con otras personas que están ansiosas de recibir alimento espiritual sólido y nutritivo.

A medida que aprendemos a profundizar en las Escrituras, la diligencia y la disciplina no son opcionales. Como con cualquier habilidad, tenemos que poner todo nuestro corazón si queremos hacerlo mejor. Y cuanto más nos esmeremos en nuestro estudio y preparación personal, más competentes seremos al enseñar a otros.

A continuación, se comparten artículos para ayudar a compartir lo que a aprendido acerca de la Palabra de Dios:

La práctica y mentalidad de la exposición

Compartir el fruto de su estudio

Brindar aplicaciones útiles en la realidad contemporánea

Una conclusión memorable

Que nunca se acabe su viaje a través de la Biblia. Que su andar con Cristo siga haciéndose más profundo. Que su conocimiento y su discernimiento aumenten a medida que se humilla a sí mismo bajo la poderosa mano de Dios. Que sea usado para animar a muchos a darse cuenta del banquete que les espera cuando descubran cómo encontrar los ingredientes, preparar y servir la comida que, por la gracia y el poder de Dios, transformará vidas en todo el mundo. ¡Buen provecho!