En todo el tiempo que he estado en el ministerio, he descubierto lo que podría parecer muy básico y evidente, pero créanme, me tomó años para aprender. De hecho, todavía estoy creciendo en la realidad de lo que significa. He aprendido que las relaciones vienen justo debajo de nuestro caminar con Dios.

Incluso Jesús ilustra este principio por las relaciones en su vida, ¿no?

  • El Señor ministró a las multitudes.
  • Dentro de esa multitud tuvo Sus seguidores.
  • Ese grupo se redujo aún más a los Doce, y luego a los tres (Pedro, Santiago y Juan).
  • Finalmente, Jesús tuvo a Juan, el discípulo amado.

He encontrado que un ministro del evangelio tiene al menos cuatro áreas clave de relaciones.

Imagínese a estas personas como círculos concéntricos alrededor suyo – un poco como los que Jesús tenía alrededor de Él. Vamos a empezar con los más cercanos a usted y terminar con los más lejanos.

  1. Su círculo inmediato es su familia. Obviamente, si usted está casado, me estoy refiriendo a la relación con su esposa. Pero antes del matrimonio, y ahora a la par con él, usted puede tener una relación continua con sus padres. Y entonces usted y su esposa tienen una relación con sus hijos, sus nietos, sus suegros y aún más relaciones dentro de la familia.
  2. El siguiente círculo afuera sería los que sirven con usted en un equipo pastoral. Usted puede servir en una iglesia con un personal múltiple, o tal vez usted es la única persona del personal. Tal vez usted contrata a alguien a tiempo parcial, o puede que tenga voluntarios. Todos nosotros tenemos éstos que sirven fielmente y constantemente. Esas relaciones son únicas.
  3. El tercer círculo sería compañeros líderes en la iglesia. Tal vez ellos son ancianos y diáconos, o usted puede tener otros títulos en su denominación. Estos serían los líderes que sirven a nuestro lado.
  4. Por último, el cuarto y más grande círculo representa a aquellos en nuestra congregación local. Y los he dividido en cinco categorías:
  • los asistentes
  • los amigos
  • los atractivos
  • los problemáticos
  • y el más difícil de todos: los alborotadores

Las relaciones del pastor son esenciales.

Quiero tomarme mi tiempo para hacer frente a estos puntos con usted en las próximas semanas. No tenemos prisa. Las relaciones requieren tiempo para desarrollarse. . . y hablando de ellas también lo hace. Estas son las vidas que nos tocan, nos forman, nos ministran, significan el mundo para nosotros, o nos vuelven loco si pudieran.

Relaciones vienen justo debajo de una relación con Dios. Tan fácil de decir. . . pero tan difícil de vivir .

-Chuck