En una conferencia pastoral, la esposa de un pastor me hizo una pregunta muy penetrante. Voy a decírsela, así como también mis pensamientos al respecto, a fin de que usted pueda dársela a su esposa, si es apropiado. La mujer preguntó: «¿Cuál es la mayor contribución que una esposa puede hacer para su esposo ministro?»

Maravillosa pregunta. Permítame responderle directamente. . . a su esposa.

Una de las mayores contribuciones que usted puede hacer para su esposo ministro es que usted esté muy segura de quién es usted. Las esposas de los pastores a menudo piensan que necesitan ser lo que todos los demás quieren que sean. Algo de esa responsabilidad recae sobre nosotros, los pastores, y lo entiendo. Pero es muy importante que usted sepa quién es usted; y entonces que sea usted misma.

Desde ese lugar de seguridad, es importante que usted sea para su esposo una persona de respaldo objetivo.

Note cómo lo dije: respaldo objetivo. Usted no tiene que ser una sombra ni tampoco rodapié. Es más, usted no está allí para estar de acuerdo con todo. Algunas de las cosas con las cuales usted no está de acuerdo serán útiles para él. Pero la forma en que usted expresa su desacuerdo es muy importante.

Recuerde, que el propósito es respaldo objetivo. Ambos términos son esenciales.

Mi esposa ha aprendido cómo y cuándo cuestionar algo que yo dije en algún sermón. Pero ella ha cultivado la capacidad para hacerlo de modo que me siento respaldado por ella. Las esposas más jóvenes tienden a hablar al respecto al ir a casa después del culto. . . ¡que no es un buen tiempo! Los pastores nos sentimos bastante frágiles, incluso a la defensiva, los domingos después del mediodía. Así que es importante que usted aprenda cómo decir lo que tiene que decir.

¿Recuerda a las esposas de los líderes en la Biblia? Ejercieron gran influencia. . . para bien o para mal. Si usted puede recordarle a su esposo que lo respalda (aun cuando discrepe con él), él puede enfrentar cualquier reto que el ministerio le lance. Pero si no tiene su respaldo, si duda de que usted cree en él, a la larga tal vez abandone el ministerio sumido en la depresión.

Lo he visto suceder.

Finalmente, es importante guardar sus confidencias. Hay cuestiones que me toca atender, y de las cuales mi esposa no sabe nada; pero son muy pocas. Si le digo a alguien: «Nadie jamás lo sabrá de mi boca», entonces realmente quiero decir que nadie jamás lo sabrá. Pero me cuido cuando digo eso. Por lo general añado la advertencia: «Tal vez se lo cuente a mi esposa, pero ella enterrará esa información en su mente».

Es útil para mí poder contarle a mi esposa cosas confidenciales. Su esposo también lo necesita. Asegúrele de que usted guardará en forma confidencial lo confidencial.

Esté segura de quién es usted; sea una persona de respaldo objetivo; y sea una confidente digna de confianza.

Él tiene muy pocos .

-Chuck