Se cuenta que a un joven predicador se le pidió que describa su estilo de predicación. El pastor nervioso se puso de pie, tragó fuerte, y respondió: “Hay dos tipos de predicación. El primero es temático . . . y el otro es . . . es . . . ¡supositiva!

Como pastor, usted sabe mejor que la mayoría lo difícil que es decir en términos sucintos y precisos lo que queremos decir con la expresión “predicación expositiva.” Hace poco se me pidió que diera una definición. ¡Tarea nada fácil! Verifiqué cinco fuentes bastante confiables, y hallé que sus definiciones eran, bien sea demasiada largas, demasiado complicadas, ¡o simplemente incorrectas a todas luces! Así que, decidí empezar de cero y martillar mi propia definición. Dos horas más tarde, resulté con esta:

  1. La predicación expositiva es la proclamación de las Sagradas Escrituras proclamada con el propósito de permitir que otros comprendan lo que Dios ha escrito, por qué eso es importante, y cómo se relaciona a la vida personal de uno.
  2. La comprensión de lo que Dios ha escrito exige que el predicador sea preciso tanto en su preparación como en la proclamación de las Escrituras, a fin de permitir que la Biblia hable por sí misma.
  3. La comprensión de por qué la Palabra de Dios es importante exige que el expositor sea apasionado para comunicar la verdad, de modo que el que recibe el mensaje se sienta obligado a escuchar y desee responder.
  4. La comprensión de cómo ese mensaje se relaciona a la vida quiere decir que el expositor usa términos que son claros, predica el mensaje de maneras que se conectan con las necesidades, y lo aplica tan específicamente que el que oye se da cuenta de la pertinencia de la Palabra de Dios y la necesidad de alinear con ella su vida.

No hay nada de inspirado en esa definición; pero sí hallé que el proceso de pensar en esto volvió a encender mi pasión por la predicación expositiva.

Permítame animarle a que haga algo de trabajo original con las Escrituras, que medite en el mandato bíblico del pastor, y que formule su propia definición funcional. Pienso que el proceso le ayudará como predicador . . . y también le proveerá un estándar para evaluar sus mensajes.

—Chuck