Aislamiento. . .soledad. . .estar a solas. . .

Aunque están rodeados de muchísima gente, los pastores conocen estos sentimientos demasiado bien. Nuestra posición como pastores, separados de la grey de muchas maneras, nos puede causar un cierre a una gran parte del mundo. Viviendo una vida privada en secreto o no ser accesibles deja lugar para la auto-traición y en última instancia a lo que denomino como una ruptura en la rendición de cuentas.

Para prevenir esa ruptura, necesitamos la vulnerabilidad que produce estar en conexión con otras personas. Reconociendo nuestra necesidad por los demás, significa que estamos concientes de cualquier tendencia a ponernos en una situación comprometedora. También comprendemos que no somos inmunes a una caída. Tenemos que estar dispuestos a abrirnos y a conectar.

Entonces ¿cómo podemos mantener una rendición de cuentas genuina como pastores?

En primer lugar, busque a algunos hombres de integridad con los cuales usted pueda ser vulnerable. Yo le aconsejo que escoja a hombres afuera de su círculo de trabajo. Como pastor, ¡no escoja a otros pastores! Debes conectar con los que pueden evaluar su vida con ojos de objetividad. (Y asegúrese de escoger personas que no sienten demasiada admiración por usted). Necesitan ser personas sin algo que ganar o perder.

En segundo lugar, usted debe tener un absoluto compromiso con la honestidad al más profundo nivel. Rehúse esconder o negar algo. La auto-traición es un peligro para todos, pero especialmente para los pastores. Por alguna razón pensamos que ser un “ejemplo” significa que nunca debemos meter la pata… ¡entonces tratamos de encubrir! Sea un vigilante en contra de las medias verdades, porque a los únicos que engañamos es a nosotros mismos.

Finalmente, determine responder una serie de preguntas sobre temas prácticos que le ayudarán a facilitar su franqueza. Sea dolorosamente específico:

  • ¿Ha usted estado con una mujer en algún lado esta semana pasada que pudo haberse visto como una situación comprometedora?
  • ¿Le han faltado integridad a algunas de sus actividades financieras?
  • ¿Ha usted expuesto a algún material sexualmente explícito?
  • ¿Ha usted pasado un tiempo adecuado en el estudio bíblico y oración esta semana?
  • ¿Ha usted invertido suficiente tiempo de prioridad con su familia esta semana?
  • ¿Ha usted cumplido con los encargos de su papel pastoral?
  • ¿Me acaba usted de mentir?

¡La última pregunta es el punto primordial! A menos que usted sea un hipócrita experimentado, el contestar estas preguntas en un grupo pequeño le proveerá de la dirección espiritual y moral que necesita para cumplir bien con su función de pastor dada por Dios. Cuando nos comprometemos deliberadamente con aquellos que nos ayudan a mantenernos honestos, protegeremos nuestras vidas, a nuestras familias, y a nuestra grey de las repercusiones de una ruptura en la rendición de cuentas.

El dolor de una rendición de cuentas real no es nada comparado con el dolor que resulta de una falta de integridad. ¿Cuál es mi consejo? ¡Comience ya!