Salmo 139:13-14
Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabare; porque formidables,
maravillosas son tus obras.
Salmo 139:13-14
La palabra «formaste» literalmente quiere decir «originó o creó». Dios tocó mi vida cuando yo era meramente un diminuto embrión y empezó a formarme por dentro. Él me originó. Él empezó a ensamblarme cuando yo estaba todavía en el suave silencio dentro del vientre de mi madre. Fue allí donde Dios originó mis «entrañas» . . .
La hora entretejedora de nueve meses de Dios incluyo lo que me gusta y lo que no me gusta, mi personalidad tanto como mi perspectiva de la vida . . .
Al analizar mi cuerpo y ver la manera en que he sido formado, me uno al salmista en alabanza y gratitud a Dios, mi Creador . . .
La Madre Naturaleza no me hizo. El destino no me formó, ni tampoco fui una combinación biológica de mamá y papá en un momento de pasión sexual. Tampoco fui concebido por casualidad ciega. Tú, Dios (y nadie más), ¡me hiciste!
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.