Proverbios 16:7
¿Estás enfrentando una situación que no puedes controlar? No olvides quién sí tiene el control.
Daniel estaba lejos de casa, rodeado de presiones culturales, ideológicas y espirituales. Todo apuntaba a que se adaptara al sistema. Y sin embargo, Dios intervino. Dios no lo liberó del exilio, pero sí lo sostuvo dentro de él. Le dio favor ante sus supervisores. Le dio sabiduría para tomar decisiones. Le dio salud y buen semblante para confirmar su fe. Le dio compañeros fieles que caminaran con él. Le dio lo que más necesitaba en ese momento: Su presencia activa y constante.
A veces buscamos milagros espectaculares, cuando Dios está obrando en formas sutiles pero profundas. Su mano movía corazones. Su sabiduría fortalecía mentes. Su gracia cambiaba los pronósticos. Aunque no siempre se vean rayos en el cielo, Su fidelidad resplandece en lo cotidiano. Así como dice el proverbio:
«Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a sus enemigos hace que estén en paz con él» (Proverbios 16:7, NBLA).
Dios puede tocar la mente de un supervisor, la disposición de un maestro, o incluso la de un enemigo. Puede inclinar las decisiones a favor de los que confían en Él. Así lo hizo con Daniel. Así puede hacerlo contigo. Él obra donde tú ya no puedes, y sigue reinando donde tú ya no ves.
¿Estás preocupado por una entrevista, una junta, un diagnóstico o una decisión que no está en tus manos? Ora con fe. Camina con integridad. Y confía: Dios sigue teniendo el corazón de reyes… y de supervisores… en Su mano.
Dios no siempre cambia el lugar donde estás, pero sí puede cambiar el corazón de quienes están contigo.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel -El modelo de Dios para el futuro, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.