Épocas de bendición

El Salmo 149 es uno de los cinco salmos de «alabanza a Dios» que concluyen el himnario antiguo de los hebreos. Al igual que los otros cuatro, comienza con el precepto, «¡aleluya!» que nos lleva a exaltar la bondad de Dios.

El significado de la alabanza

Hay momentos cuando la frase «¡Gloria a Dios!», que también se traduce como «¡Aleluya!», es la frase más difícil de expresar. Es una frase que no fluye fácilmente de nuestros labios. De hecho, hay momentos cuando escucharla de los labios de otras personas nos causa molestia. No obstante, es interesante que cada uno de los últimos cinco salmos del cancionero hebreo antiguo comienza con esa exclamación de alabanza.

Apertura con Dios

La oración emocional y cruda de David en el Salmo 142 se demuestra claramente por las palabras que utilizó. Dentro de la cueva de Adulam, el atribulado futuro rey luchaba con la depresión y daba alaridos al cielo.

Un clamor desde la oscuridad

La depresión de David muy probablemente fue el resultado de un largo periodo de tensión. El título del Salmo 52, identifica las circunstancias de David con la frase «en la cueva» y que probablemente se refiere la cueva de Adulam.

En una cueva abismal

Este salmo es una oración lo cual nos indica que debemos verlo con respeto. Las oraciones no fueron registradas en la Escritura con el propósito de que fueran analizadas, sino más bien para traer perspectiva y ánimo.

Enojo contra los enemigos de Dios

David meditaba en el diseño intrincado que Dios había puesto en la humanidad en el Salmo 139 y en el amor leal del Señor por cada individuo. Eso lo hacía enojarse con los enemigos de Dios.  Él pensaba: «¡Son tan malos! ¡Son tan desleales! ¡Es inexcusable que quieran rebelarse ante Dios!»

Una especie maravillosa

La canción de David acerca de los atributos del Señor continúa con una celebración de la vida humana, evidencia del genio creativo de Dios.

No hay nada encubierto de Dios

En los versículos 11 y 12 de la canción de David acerca de la magnificencia y la cercanía de Dios, él anuncia que ni siquiera las tinieblas afectan la presencia de Dios.

Dios está más cerca que nunca

Entendido, Dios me conoce y me controla; Él puede hacerlo en cualquier distancia, sin importar si es a millones de millones de años luz en el espacio. Pero, ¿está cerca de mí? Según el Salmo 139, la canción de David acerca de los asombrosos atributos de Dios, la respuesta es afirmativa.