1 Pedro 3:15

Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones,

y estar siempre preparados para presentar defensa

con mansedumbre y reverencia ante todo el que os

demande razón de la esperanza que hay en vosotros.

1 Pedro 3:15

Cualquiera puede aceptar con gracia un galardón, y muchos pueden incluso recibir su castigo con paciencia cuando han hecho algo malo. Pero ¿cuántos están equipados para manejar el maltrato después de haber hecho el bien? Sólo los creyentes están equipados para hacer eso.

Cuando pensamos que nos han hecho un mal que no nos merecemos, podemos responder: «Señor, tú estás conmigo ahora mismo. Tú estás aquí, y tú tienes tus razones para que eso suceda. Tú no estás aprovechándote de mí. Tú eres demasiado bondadoso para hacer cruel. Tú eres demasiado bueno para ser injusto. Tú te interesas por mí demasiado como para permitir que esto se salga del carril. Hazte cargo. Usa mi integridad para defenderme. Dame la gracia para mantener la calma. Controla mis emociones. Sé Señor sobre mi situación presente». En tal oración «santificamos a Cristo como Señor» en nuestros corazones (1 Pedro 3:15).

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.