Muchos cristianos están comenzando a tener una idea de lo que es la gracia. Debido a que es tan liberadora, algunos todavía piensan que es demasiado buena para ser verdad. ¡Pero no lo es! Sin embargo, para sacar provecho de los beneficios de vivir en la libertad de la gracia y no en los estrechos y restrictivos límites de la ley o el dominio del pecado, necesitamos romper con algunos viejos hábitos. Hay que condicionarnos a vivir como vencedores en lugar de víctimas (Romanos 6), una perspectiva que rara vez se destaca entre los cristianos de hoy. Después de haber sido emancipados de nuestro viejo amo (el pecado), debemos vivir como hombres y mujeres libres. La mayoría de los creyentes no tienen problema para creer que la muerte de Cristo les ha librado del castigo y la culpa del pecado, pero cuando se trata de la autoridad que ejerce el pecado sobre nosotros, bueno, las cosas se tornan un poco borrosas. Trágicamente, muchos cristianos que ya han sido liberados, viven sus vidas como si todavía estuviesen esclavizados a su viejo amo. Por eso, es necesario responder a estas dos preguntas: ¿Podemos realmente vivir por encima de dominio del pecado? ¿Verdaderamente el pecado ha perdido su autoridad sobre nosotros? La gracia responde a estas dos preguntas con un rotundo: «¡SÍ!».
1 Mensaje en CD o audio digital
Código de producto: EDGD06/EDGM06