Mateo 24:6-8

¿Qué está pasando con nuestro mundo?

Un terremoto más ha reducido una ciudad a escombros. Un huracán reciente ha devastado una región costera. Incendios forestales consumen hectáreas sin control. Lluvias históricas inundan una parte del mundo mientras sequías abrasadoras destruyen cosechas en otra. Parece que el tejido de la naturaleza se desgarra… y con él, el tejido de la sociedad.

La población crece de forma desmedida. Las economías tambalean. Las tensiones entre etnias y naciones se intensifican. En medio de este torbellino global, las palabras proféticas de Cristo adquieren un eco especial:

«Ustedes van a oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No se alarmen. Es necesario que todo esto suceda, pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es sólo el comienzo de dolores» (Mateo 24:6–8, NBLA).

Jesús nos dice que esto es sólo el principio. A medida que se acerque el fin, las guerras y los desastres se intensificarán. ¿Y aun así nos dice que no temamos? Sí. Porque Él ve todo el panorama. Conoce el plan redentor de Dios desde principio a fin. Jesús ve la luz detrás de la tormenta. Y sabe que el barco donde viajan los hijos de Dios llegará seguro al puerto eterno.

¿Te sientes ansioso por el futuro? ¿Te roba la paz el caos actual? Uno de los motivos por los cuales Dios nos dio el libro de Daniel es precisamente este: para recordarnos que Dios sigue teniendo el control, sin importar qué tan violentamente tiemble el mundo.

No tengas temor al temblor del mundo cuando caminas con el Dios que nunca se sacude.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado de la guía de estudio, Daniel -El modelo de Dios para el futuro, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.