Daniel 2:44-45
¿Dónde ves a Dios obrando cuando todo parece venirse abajo?
«En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido» (Daniel 2:44, NBLA). Una piedra no cortada con mano irrumpe, destruye la estatua y se convierte en un monte que llena toda la tierra (2:45). La iniciativa no es humana; es divina. El Reino de Dios no nace de la ingeniería imperial, sino de la gracia soberana.
Esta esperanza transforma nuestra manera de ver el mundo:
- Paciencia histórica. Las crisis no son anomalías; son el telón donde Dios revela lo permanente.
- Esperanza sobria. No se trata de optimismo ingenuo, sino de confianza fundada en la Palabra.
- Participación humilde. Dios ya está obrando. Nuestra tarea no es fabricar el Reino, sino alinearnos con Él y anunciar Su justicia, paz y verdad.
Cuando te frustre la lentitud del bien, mira la piedra. No es tuya. No la forjas tú. Pero puedes recibirla, alinearte con su movimiento y testificar de su poder. El futuro ya tiene Arquitecto. No necesitas controlarlo, solo obedecer al Diseñador. El Reino de Dios no depende de tus fuerzas, sino de tu disponibilidad. No se construye desde el orgullo, sino desde la rendición.
La piedra que cambia la historia no la fabricas tú. Solo alinéate con Su Reino… y deja que Él haga el resto.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel: God’s Plan for the Future, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.