Daniel 2
¿Crees que valga la pena permanecer fiel, aunque nadie te aplauda?
Daniel probablemente no imaginó que, siglos después, su historia sería leída en cada rincón del mundo. Tampoco sabía que su testimonio influiría tanto en profecía como en integridad personal. Él solo vivió obedientemente, día tras día, en el lugar donde Dios lo puso.
Y eso basta para dejar huella eterna.
Tu fidelidad de hoy puede parecer invisible… pero nunca lo es ante los ojos del Cielo. Cada oración, cada decisión correcta en lo privado, cada momento de integridad en tu trabajo o familia, está sembrando algo que trasciende generaciones.
El reino de Babilonia cayó. Sus templos fueron destruidos. Sus reyes olvidados. Pero el nombre de Daniel permanece como símbolo de sabiduría, integridad y fidelidad. ¿Por qué? Porque vivió para el Reino que no se desmorona.
Tú también estás escribiendo una historia, aunque no lo notes. No dejes que la aparente insignificancia de tu entorno apague el impacto eterno de tu fidelidad diaria.
Lo que haces en obediencia hoy puede ser lo que Dios use para impactar el mundo mañana.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel: God’s Plan for the Future, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

