Daniel 1:20
¿Estás listo para cuando llegue la oportunidad?
Después de años de formación y prueba, Daniel fue presentado ante el rey. Y la Escritura dice: «En todo asunto de sabiduría e inteligencia… los halló diez veces mejores que todos los magos y encantadores de su reino» (Daniel 1:20, NBLA).
Dios no solo lo preparó, lo posicionó. Pero Daniel no se promovió a sí mismo; fue Dios quien lo colocó. Su ascenso fue resultado de fidelidad, paciencia y excelencia sostenida. La promoción llegó por providencia, no por intriga. Salmo 75 recuerda: la exaltación no viene del oriente ni del occidente, «Dios es el juez; a uno humilla y a otro exalta» (vv. 6–7, NBLA).
Las oportunidades de Dios encuentran a las personas que, en lo oculto, cultivan carácter, obediencia y pericia. Humíllense delante del Señor, y Él los exaltará a su debido tiempo (Stg 4:10; 1 P 5:6). Daniel no se vendió para ascender; sirvió para honrar. Cuando la puerta se abrió, ya estaba listo: su mente afilada, su espíritu firme, su lealtad clara.
La plataforma correcta es peligrosa sin un corazón preparado. Por eso, la espera es laboratorio: nos purifica del afán, nos enseña a obedecer sin reflectores, nos recuerda que la gloria es de Dios. Cuando la promoción llegue, úsala para servir, no para dominar; para iluminar, no para deslumbrar.
Cuando Dios promueve, la plataforma confirma lo que Su gracia ya formó en lo secreto.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel: God’s Plan for the Future, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

