Como los siervos que somos de Dios, ocasionalmente necesitamos pensar en las “coronas” eternas que Dios ha reservado para Sus siervos. ¡Qué intrigante estudio!
Hay al menos cinco coronas específicas prometidas en la Biblia. Únicamente haré mención de la lista de las coronas eternas mencionadas en el Nuevo Testamento, dando una breve explicación de cada una de ellas. El día de hoy mencionaremos tres de ellas, y las otras dos la siguiente semana.
1. La Corona Incorruptible (1 Corintios 9:24-27)
Esta recompensa es prometida a aquellos que victoriosamente corren la carrera de la vida. Tomando en cuenta los versículos 26 y 27, que hablan de los que “golpean y dominan” el cuerpo, nos queda claro que este premio es otorgado a aquellos creyentes que consistentemente rinden la carne al control del Espíritu Santo, rehusando ser esclavos de su propia naturaleza pecaminosa. En otras palabras, se le otorga a aquellos que realizan las verdades escritas en Romanos 6:6-14.
2. La Corona de Gozo (Filipenses 4:1; 1 Tesalonicenses 2:19-20)
Esta corona es una en la cual sus destinatarios se gloriarán y se regocijarán. Esta es la corona de los “ganadores de almas”. El apóstol Pablo la reclama para sí mismo cuando hace mención de dos cuerpos de creyentes los cuales él ganó y discipuló para Cristo. . .los filipenses y los tesalonicenses. Nuestro Señor entregará esta corona a aquellos siervos que fueron fieles llevando el evangelio, ganando almas para Cristo y preparándolos en su crecimiento espiritual. Y recuerde: los recompensas en este juicio, serán basadas en la calidad, y no en la cantidad de nuestros hechos terrenales (1 Corintios 3:13).
3. La Corona de Justicia (2 Timoteo 4:7-8)
La corona de justicia será otorgada a aquellos que vivieron cada día amando y anticipando el inminente regreso de Cristo. . .a aquellos que condujeron sus vidas terrenales enfocados en los valores eternos. La Traducción en el Lenguaje Actual (TLA) de la Biblia, capta el significado completo del versículo 8 con estas palabras:
Sé que Dios es un juez justo y que, cuando juzgue a todos, me dará una corona como premio a mi obediencia. Y no sólo a mí me la dará, sino también a todos los que esperan con ansias su regreso.
Aquellos que califican para recibir esta corona, ansiosamente esperan Su regreso día tras día.
—Chuck
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