Estamos viviendo en una época en la que la mayoría de las personas están centradas en una cosa: la supervivencia económica. Mientras que eso es ciertamente una búsqueda importante, es fácil que ese objetivo nos haga ignorar algo mucho más valioso.

Los tiempos difíciles a menudo nos llevan a tiempos de soledad—cuando nos pesa simplemente ganar el suficiente dinero para pagar las cuentas básicas. . . y sacrificamos el tiempo de calidad que pasamos con otras personas. ¿De qué nos sirve simplemente sobrevivir si nos lleva al árido plano del aislamiento? Además, cuando mantenemos la meta de ganar más dinero en nuestra mira, a menudo perdemos aquellas amistades íntimas que solíamos disfrutar. Es tiempo de que admitamos abiertamente que tal daño colateral es un precio muy alto que pagar.

Digo estas palabras para sonar la alarma. Por importante que sea la necesidad de que perduremos estos tiempos inciertos, no se atreva a disminuir el valor de cultivar amistades duraderas. Por malos que los tiempos puedan ser, necesitamos amigos. Amigos íntimos. Compañeros duraderos. Estas personas son el secreto para que podamos sobrevivir tiempos desesperados y de oscuridad, sin convertirnos nosotros mismos en personas oscuras y desesperadas.

¿Está cultivando amigos íntimos? ¿Aunque sea uno?

—Chuck