En esos momentos en que uno espera a Dios, hay un “espacio blanco.” Allí es donde parece que nada está sucediendo; por lo menos nada visible.

Es fácil decirse uno mismo en aquellos momentos: “Estoy esperando en vano. Nada va a cambiar.” Eso es precisamente lo que el Adversario quiere que usted piense: “De nada vale esperar en Dios.”

¡No se lo crea!

Cuando el mensaje del enemigo se inmiscuye en su mente, usted necesita expulsarlo. Rechácelo. Llámelo mentira, como lo es. Como Pablo escribió: “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5). ¿Ve cuán práctico es? Todo pensamiento.

En esos momentos cuando la duda y el desánimo se inmiscuyen en nuestros períodos de espera, el Señor nos provee en las páginas de Isaías un fuerte consejo que recordar:

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. . . . Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” (Isaías 41:10, 13).

Es esta clase de pensamientos los que pueden fortalecerle mientras espera, ora y ayuna.

Hoy puede ser uno de aquellos “espacios blancos” en su vida y ministerio. Tal vez es tiempo para que usted ore, y ayune, y llame a unos cuantos amigos íntimos para que ayunen y oren con usted. (A veces los mejores individuos para esto son personas fuera de la iglesia que usted pastorea). Tal vez es tiempo de que usted diga: “No puedo hallar la senda que debo seguir en esta situación impredecible. Así que voy a esperar . . . no voy a precipitarme . . . y mientras tanto, voy a entregársela a Dios. Voy a escuchar con un oído sensible, y tener los ojos abiertos y sensibles a la dirección del Señor.”

En mis más de cuatro décadas de ministerio pastoral, he tenido muchas, muchas ocasiones de esperar en Dios. Todavía las tengo. ¡A veces me sacan de quicio! Pero, francamente, no quisiera que fuera de ninguna otra manera.

Se requiere un ojo sensible observar el movimiento de Dios en la vida de uno. A lo mejor todo lo que Él tiene que hacer es hacer que uno dirija la atención en otra dirección. Pero tal vez eso es todo lo que uno necesita. Al esperar y observar, también escúchele con un oído sensible a las páginas de las Santas Escrituras. Vuelva a leer sus pasajes favoritos en la palabra de Dios.

Calladamente preste atención a su presencia y Él le dará su dirección cuando sea tiempo.

—Chuck

1 Comments

  • su programa es de bendicion en mi vida le escucho atraves del radio las ensenanzas que da POR MEDIO DE LA PALABRA BENDITA me estimulan a seguir adelante agradezco primeramente a nuestro padre el privilegio de aprender diariamente junto con mis hermanos en cristo sigan adelante como hasta el presente lagracia lamisericordia el AMOR DEL TODOPODEROSO INUNDE SUS VIDAS TODOS LOS DIAS HASTA LA VENIDA DE NUESTRO SENOR attm irma tuner bendiciones

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