En varios pasajes del Nuevo Testamento, se encuentran muestras de promesas de Dios a los siervos fieles. En lo particular puedo nombrar tres:
Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano. (1 Corintios 15:58)
Note: “que su trabajo en el Señor no es en vano”.
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. (Gálatas 6:9-10)
Note: “cosecharemos.”
Sirvan de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre. (Efesios 6:7-8)
Note: “recompensará a cada uno.”
Esto es lo que estas promesas significan para nosotros:
- Cuando hayamos hecho lo que era necesario hacer, pero fuimos ignorados, malentendidos, u olvidados…podemos estar seguros de que nuestro trabajo no fue en vano.
- Cuando hicimos lo correcto, con el motivo correcto, pero no recibimos ningún crédito, ni reconocimiento, ni siquiera un “gracias”…tenemos la promesa de Dios que cosecharemos.
- Cuando cual siervo ha servido y dado y sacrificado y luego voluntariamente se hizo a un lado para que Dios recibiera la gloria, nuestro Padre celestial promete recompensarnos.
¿Qué le parece esto?
-Chuck