Una de las cosas más alentadoras del año nuevo es la palabra "nuevo".

De acuerdo a la Real Academia Española significa: desconocido. . . ignorado, no conocido de antes. De una manera más simple, es un lugar donde se puede empezar de nuevo.

Para comenzar de nuevo uno debe de saber en dónde se encuentra. Necesita admitir honestamente la condición presente. Y enfrentar las consecuencias.

¿Recuerda a Jonás? En algún momento de su vida se le cruzaron los cables. Y terminó en un barco en el Mar Mediterráneo que se dirigía, de todos los lugares, a una ciudad llamada Tarsis, que se encontraba al oeste. Pero Dios le había dicho que le predicara a Nínive, que se encontraba al este. Como usted recordará Jonás nunca llegó a Tarsis. Por una serie de traumáticos acontecimientos Jonás fue obligado a razonar en el tracto digestivo de un pez gigantesco.

¡Qué lugar para comenzar de nuevo! Mientras que Jonás chapoteaba en las algas y jugos gástricos dentro de aquel monstruo marino, él tomó una larga y honesta mirada a su corto y deshonrado ministerio. Y por primera vez en mucho tiempo él verdaderamente oró (Jonás 2). Literalmente clamó por misericordia. Le prometió al Señor mantener su voto y regresar a su objetivo. En ese momento, sólo una criatura en el mundo se sentía más enferma que Jonás. El pez, en cuyo vientre Jonás gimió. El profeta desembocó en tierra y se puso inmediatamente en camino—esta vez hacia Nínive.

Así como no hay ateos en la sala de enfermos desahuciados, tampoco hay rebeldes en estómagos de peces. Quizás usted se puede identificar fácilmente con Jonás. Quizás este año que acaba de pasar no ha sido su mejor año, en un nivel espiritual. Quizás haya esquivado y continuamente evitado su viaje a Nínive viajando una y otra vez hacia Tarsis. Pero no más. Está cansado. "Agotado" es una mejor palabra. O "atragantado" puede ser aún mejor. Usted se siente oprimido, culpable, usado y malnutrido. Probablemente no esté viejo. . . pero ha recorrido una larga carrera. No son los años sino el kilometraje. El enemigo de su alma le ha estado alimentando la mentira: "Estás acabado. Terminado. Eres un inútil. Has sido reemplazado. Olvidado".

¡Eso no es verdad! Si Dios puede tomar a un profeta desobediente, transformarlo y prenderle un fuego espiritual, Él puede hacer lo mismo con usted. El Señor es especialista en hacer algo hermoso y bueno de algo roto y confuso.

Si usted está solo adentro de un pez, necesita poner en orden aquellas cosas que necesitan su atención. Antes de encontrar la salida, debe saber dónde está—y cómo llegó ahí. Una vez que haya logrado eso, está listo para comenzar de nuevo.

¿Dónde se encuentra usted? Comience allí. Declare libre y abiertamente su necesidad. No oculte ni una cosa. Muéstrele a Dios todas sus heridas. Él está listo para curar cada una de ellas. . . Sí, usted está listo para correr a Nínive, también conocido como el Año Nuevo.

—Chuck

1 Comments

  • Muchas gracias por esta publicación. Está muy interesante.Es lo que muchas veces nos ocurre.Es oportuna para saber manejar los trescientos y picos de días que tenemos por delante. Dios los bendiga.

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