La soledad es un oasis del alma en donde nos vemos a nosotros mismos, a otros y especialmente a nuestro Dios de nuevas maneras. Es en donde se identifica y extermina mucho del «atiborramiento» de la vida, gracias al calor misericordioso del «horno».
Vida Cristiana
Suba el ancla
¿Han causado daño sus acciones? No hacer nada no solo es directa desobediencia a la enseñanza de Jesús, sino que también complica su vida. Añade unos pesos mentales más pesados de los que usted puede llevar.
¡No se deje engañar!
Aunque racionalizamos nuestras decisiones débiles y nos decimos que las malas compañías en realidad no nos harán daño. («Ellos mejorarán; nuestra buena voluntad les quitará lo malo»), nos ensuciamos en el proceso.
Personas amigables, personas sensatas
A pesar de nuestro mundo de alta tecnología y procedimientos eficientes, las personas siguen siendo el ingrediente esencial de la vida. Cuando nos olvidamos de eso, sucede algo extraño: empezamos a tratar a las personas como inconveniencias en lugar de como bienes.
Preceptos y principios
Siempre que se ve la frase bíblica «Esta es la voluntad de Dios», uno sabe con certeza cuál es la voluntad de Dios. También se sabe que desobedecerla es quebrantar la Palabra de Dios. Otras indicaciones claras de su dirección son los preceptos y principios en la Biblia.
Un Padre lleno de amor
Recuerde eso la próxima vez que piense que Dios le está fallando. Hay razón para que usted dé gracias. No tiene que llenar requisitos para el reino de Dios. La gracia de Dios lo ha rescatado.
Sin temor al fracaso
¿Cuándo aprenderemos que no hay situaciones sin esperanza, sino solo personas que han perdido la esperanza al respecto? Lo que parece ser un problema insoluble en realidad es un reto entusiasmante.
El mensaje de Dios de la nueva mañana
Todas las mañanas el Señor se asoma con un mensaje alentador: «Todavía estamos hablándonos, ¡cómo sabes! Yo estoy aquí. No me he movido. Caminemos juntos hoy».
El plan de Dios para la esperanza
Dios sabe, hasta el último mínimo detalle, exactamente dónde está en su vida. Él ve. Se interesa. Lo sabe. Y, lo mejor de todo, se conmueve. El enemigo de nuestras almas quiere que usted piense algo diferente.
Poder para vencer
Cualquier creyente que toma la Biblia en serio tendrá que convenir que la expresión aquí debería ser «no quiero». ¿Por qué? Porque se nos a dado el poder, la capacidad para vencer. . .