Proverbios 31:27-28
Considera los caminos de su casa. . .
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada: Y su marido también la alaba.
Proverbios 31:27-28
¿Qué exige la maternidad? Ternura transparente, espiritualidad auténtica, confianza interior, amor desprendido y dominio propio. Toda una lista, ¿verdad? Casi más de lo que esperaríamos. Tal vez eso explica por qué Erma Bombeck solía decir que la maternidad exige 180 partes movibles y tres pares de manos y tres pares de ojos. . . yo añadiría, la gracia de Dios. Si resulta que usted es madre, aquí hay uno que aplaude todos sus esfuerzos. ¡Cinco hurras por todo lo que usted hace. . .
¿Recuerda el caballo de piel en El conejo de terciopelo? Todo su relleno estaba empezando a salirse, casi ni tenía pelo por el «cariño», pero ¡qué valioso que era! Madres que se cuidan con prolijidad no tienen hijos seguros. Madres prolijamente cuidadas, intocables, «de terciopelo» producen hijos frágiles, egoístas, intocables. Pero mamás desprendidas que dan, seguras de alguna manera se las arreglan para depositar hijos saludables e íntegros en nuestra sociedad solitaria y asustada.
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.