Daniel 2:46-47
¿Qué sucede cuando alguien en autoridad reconoce la autoridad de Dios?
Después de escuchar la interpretación del sueño, el temido rey Nabucodonosor queda profundamente conmovido. Su terror se transforma en temor reverente. La Escritura dice:
«Entonces el rey Nabucodonosor cayó sobre su rostro, se postró ante Daniel y dio órdenes de que le ofrecieran una ofrenda e incienso fragante. El rey respondió a Daniel y dijo: “Ciertamente el Dios de ustedes es Dios de dioses y Señor de los reyes, y revelador de misterios, pues has podido revelar este misterio”» (Daniel 2:46–47, NBLA).
¡Qué impresionante escena! Un rey pagano postrándose ante un joven profeta hebreo, no por rendirle culto a él, sino reconociendo al Dios que Daniel representa con fidelidad. Cuando reflejamos a Dios con integridad, hasta los más incrédulos pueden llegar a reconocer Su gloria.
Daniel, lejos de dejarse embriagar por la adulación, permanece humilde. A pesar de ser promovido como gobernador de toda Babilonia y jefe de los sabios (v. 48), no olvida a sus compañeros de oración. Él intercede por ellos y consigue que Sadrac, Mesac y Abed-nego sean nombrados administradores en la provincia (v. 49). Daniel, mientras tanto, permanece en la corte del rey, como una lámpara encendida en medio de la oscuridad gentil.
Este pasaje nos recuerda que las promociones más altas no son para exaltarnos, sino para proyectar la luz de Dios. Daniel no buscó gloria personal, sino que usó su influencia para honrar a Dios y beneficiar a otros. Eso es liderazgo bíblico.
Cuando Dios te eleve, permanece humilde, recuerda a tus compañeros, y mantén tu luz encendida en la oscuridad.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel: God’s Plan for the Future, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.