Salmo 3:3

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Salmo 3:3

¿Sabía que usted opera de peor manera cuando está asustado? Un poco de temor es bueno cuando hay peligro presente, pero un montón de miedo es desmoralizador. Quita la esperanza, el sueño, la visión, la posibilidad de vencer . . .

Los temores acechan en las sombras de cada área de la vida. De repente ha descubierto que una adición inesperada a su familia está en camino . . . Es posible que no esté seguro de hacia dónde lo llevará su trabajo . . . Se siente intranquilo por lo que hay a la vuelta de la esquina. O tal vez tiene una cita pendiente con el médico y tiene miedo de lo que el examen pueda revelar. Jesús dice: «Deja de temer. ¡Confía en mí!»

Jesucristo está a la puerta. Él nos extiende su mano con cicatrices. Sus pies están perforados, y lleva en su cuerpo las marcas de la muerte. Él dice: «Yo sé la presión que te oprime. Entiendo la tensión. Sé lo que es el maltrato injusto. Pero déjame ofrecerte algo de estímulo. No temas. ¡Mira la vida por mis ojos! ¡Deja de permitir que la vida te intimide! Deja de correr asustado. ¡Confía en mí!»

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.