Efesios 3:4-6

Después de la resurrección de Cristo y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, Dios introdujo algo completamente nuevo: la Iglesia, el cuerpo de Cristo. Este «misterio» —como lo llama Pablo— no fue revelado en el Antiguo Testamento, pero fue manifestado en el tiempo perfecto de Dios (Efesios 3:4–6).

Por primera vez, judíos y gentiles fueron unidos por igual en una nueva comunidad espiritual. Ya no se trataba de un pueblo étnico o una nación con fronteras, sino de una familia redimida por la sangre del Cordero, compuesta por creyentes de todas las culturas, lenguas y orígenes. Como escribió Pablo: «Porque por medio de Él los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu» (Efesios 2:18, NBLA)

Esta era, conocida como la dispensación de la gracia, ha estado marcada por la proclamación del evangelio a todas las naciones. Pero también ha sido un tiempo de lucha espiritual, persecución y oposición al mensaje de Cristo. No obstante, Jesús prometió: «Edificaré Mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16:18).

Estamos viviendo en ese paréntesis profético entre la semana sesenta y nueve y la semana setenta del libro de Daniel (ver Daniel 9:24–27). La Iglesia no reemplaza a Israel, sino que es un pueblo distinto, con un propósito celestial: anunciar la gloria de Dios y prepararse para la venida del Rey.

Un día, este paréntesis terminará con el arrebatamiento de la Iglesia. Hasta entonces, nuestro llamado es claro: vivir con santidad, compartir el evangelio y mantener los ojos en el cielo, donde está sentado nuestro Salvador.

La Iglesia no es un plan alternativo, sino una joya del propósito eterno de Dios; vive hoy como parte de ese glorioso diseño.

La Iglesia no es un plan alternativo, sino una joya del propósito eterno de Dios; vive hoy como parte de ese glorioso diseño.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado de la guía de estudio, Daniel -El modelo de Dios para el futuro, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.