Daniel 1:8
¿Qué estás edificando en tu interior cuando nadie te ve?
Las decisiones más importantes de la vida no se toman con aplausos ni bajo reflectores. Se toman en silencio… en el interior. En lo secreto del corazón.
Cuando Daniel fue puesto a prueba, lo que lo sostuvo no fue su carisma ni su habilidad, sino una convicción previamente establecida (Daniel 1:8). Él no improvisó. Él no titubeó. Él edificó carácter cuando nadie lo miraba para poder mantenerse firme cuando todos lo observaran.
¿Qué sostenía esa convicción? No era simple fuerza de voluntad. Era la Palabra de Dios sembrada en su alma. Desde pequeño, Daniel había aprendido que el Dios de Israel no era uno más entre muchos. Era el Único, Santo y Soberano. Por eso, aunque todos comieran, él se abstuvo. Aunque todos cedieran, él se mantuvo. Aunque todo su entorno cambiara, él decidió no cambiar su compromiso.
Y hoy, el mismo Espíritu que fortaleció a Daniel está disponible para ti. Ese mismo Dios desea formar en ti convicciones profundas que no tiemblen ante la cultura ni se dobleguen ante la presión.
¿Te enfrentas a presiones para encajar, ceder, adaptarte? ¿Sientes que tus convicciones son ridiculizadas o solitarias? No estás solo. Dios honra al que se decide por Él.
Pero la clave está aquí: decide antes de ser presionado. Llena tu corazón con la verdad de Dios antes de que llegue la confusión. Así, cuando el mundo te invite a negociar tu fe… tú ya habrás dicho que no. No esperes al momento de la prueba para decidir. Alimenta hoy tu alma con la verdad que mañana sostendrá tu integridad.
Las decisiones que tomas en lo secreto determinan la firmeza con la que te sostendrás en público.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel -El modelo de Dios para el futuro, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.