Daniel 2:39b
¿Por qué incluso los imperios más grandes no duran?
««Y un tercer reino de bronce, que gobernará sobre toda la tierra» (Daniel 2:39b, NBLA). Daniel se refiere al imperio griego, encabezado por Alejandro Magno. Su expansión fue fulgurante: en apenas una década, conquistó desde Grecia hasta la India. Los soldados griegos, con escudos de bronce, aplastaron al imperio persa. El mundo fue suyo.
Y sin embargo… no duró. Alejandro murió joven. Su imperio se fragmentó entre generales. El bronce, aunque fuerte, no era eterno.
Cada metal de la estatua representa lo mismo: auge seguido de caída. Un patrón divino que recuerda que los reinos humanos tienen fecha de expiración.
¿Y tú? ¿Qué estás construyendo? ¿Un legado para ti o una vida anclada en lo eterno? Tus logros pueden ser admirables y tu influencia notable, pero si no apuntan hacia el Reino eterno, serán como bronce que se oxida.
Daniel no glorificó a los imperios; los puso en su sitio. Hoy, haz lo mismo. Honra tu llamado, da lo mejor de ti, pero no pongas tu corazón en lo que no dura. El único Reino que no cede ante el tiempo es el de Cristo.
Todo imperio humano se fragmenta. Solo el Reino de Cristo unifica y permanece.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel: God’s Plan for the Future, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.