Daniel 2:48
¿Qué haces con el éxito cuando llega inesperadamente?
Daniel no solicitó reconocimiento, ni lo buscó. Pero cuando interpretó correctamente el sueño de Nabucodonosor, su fidelidad lo llevó a la cima. La Escritura dice:
«Entonces el rey promovió a Daniel y le dio muchos regalos valiosos, y lo puso como gobernador de toda la provincia de Babilonia y jefe prefecto sobre todos los sabios de Babilonia» (Daniel 2:48, NBLA)
Es admirable ver cómo Daniel maneja esta promoción. No se le sube a la cabeza. No se olvida de su origen ni de aquellos que oraron con él en los momentos de mayor incertidumbre. En lugar de convertirse en una figura inalcanzable, usa su nuevo poder para abrir puertas a sus amigos.
En un mundo que exalta la autopromoción, Daniel nos enseña una verdad contracultural: Dios honra a quienes permanecen humildes en la exaltación. La fidelidad no siempre se recompensa de inmediato, pero cuando llega el momento, revela el corazón de quien ha sido promovido.
¿Cómo reaccionas cuando Dios te lleva a una nueva plataforma o influencia? ¿Buscas brillar más tú… o brillar más para Él?
El éxito verdadero no se mide por cuánto subes, sino por cuántos llevas contigo en el ascenso.
Adaptado de la guía de estudio, Daniel: God’s Plan for the Future, publicado por Insight for Living. Copyright © 2002 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.